El Instituto de Mayores y Servicios Sociales, el Imserso, ha dado la oportunidad a miles de personas de viajar a precios asequibles por toda la geografía española. Este servicio estatal, que se fundó hace casi medio siglo, fue el tema del último programa de Salvados, que se emitió en La Sexta este domingo, 26 de noviembre.
Conducido por Gonzo, se pudo ver la opinión de varios usuarios en uno de los destinos más icónicos del turismo español: Benidorm. En este rincón alicantino, conocido como 'Beniyork' por sus rascacielos repartidos en las playas de Poniente y de Levante, hay quien disfruta del sol, de sus paseos o de la música en los hoteles.
Destacaron a lo largo de este formato, iniciado por Jordi Évole, los testimonios de algunas personas durante estas vacaciones que recordaban su vida laboral y agradecían esta oportunidad de asueto. José, por ejemplo, rememoraba cómo fue aquel momento en colgar la chaqueta del empleo y se preocupaba por el momento en que no pudiera valerse por sí mismo.
"Me jubilé en el 2008. Fuimos la primera o la segunda hornada que empezamos a jubilarnos con 60 años. No me costó porque mi puesto de trabajo era bastante complicado y el mismo día dejé el portátil y la corbata y me fui a casa", relataba. Otro entrevistado coincidía en ese oxígeno que le ha dado el Imserso, a pesar de las reticencias para abandonar su rutina: "Costó dejarlo. Es como la mujer, dónde iba a ir ya sin ella. Yo he pasado ya tres crisis. En una dije, ya me hundo. No he pillado nunca vacaciones, esto (el Imserso) sí son unas vacaciones. Comer, beber y dormir. Tuve un infarto. El cuerpo me ha retirado".
También participó Joaquín Almunia, exministro de Trabajo y uno de los creadores de este sistema: "Había que negociarlo con Hacienda y cualquier negociación con Hacienda cuesta varios kilos y varias semanas o meses", apuntaba, mostrándose partidario de expandir los viajes del Imserso por el resto de Europa.
Renacer en el ocaso vital
Pero uno de los testimonios más conmovedores y de los más comentados ha sido el romance entre Carmen y Lorenza. "Este es nuestro viaje de novias. La luna de miel. Ya no sólo somos dos mujeres, somos dos personas mayores. Tus huesos se te desmejoran y tus órganos, pero tu corazón nace cada día, y te puedes enamorar cada día, y no tiene nada que ver las canas, con las arrugas", anotaba una de ellas.
Esta pareja explicaba cómo se conocieron y daba una lección sobre lo que es renacer en el ocaso vital. "¿Cuándo tiempo llevaba sin sentir ese cosquilleo en el estómago y en la cabeza?", preguntaba el periodista. "Estás hablando con una mujer que no tuvo infancia y adolescencia. Me casé a los 19 años y a los 25 tuve una hija. Y cuando cumplí 58 años, después de muchas depresiones, él me dijo nos separamos", respondía.
"Y una vez fui a una tienda, con 60 años, la vi y supe lo que era el enamoramiento. Tengo ahora 17 años, porque tengo 77", añadía. "Mi vida era como una obra de teatro. Iba por actos. El telón se estaba bajando, llegando casi abajo, y fue conocerla a ella y dije: el telón lo subo arriba. Lo ato, lo pego, pero el telón de mi vida no acaba aquí", zanjaba su compañera.