Romi tiene un enorme talento para interpretar cualquier pequeño gesto. Su discapacidad auditiva le ha llevado a potenciar sus sentidos del tacto y del olfato y ha aprendido a leer los labios sin ninguna dificultad. Su especial agudeza y su habilidad para conectar información son sus grandes fortalezas para realizar la tarea que mejor sabe hacer: resolver misterios como detective. Así es la protagonista de Romi, la nueva serie que Mediaset España graba íntegramente en localizaciones naturales en Bilbao con María Cerezuela como protagonista.
Natalia Millán, Edurne Azkarate, Unax Ugalde, Elena Irureta, Asier Etxeandia, Iñaki Font, Jon Olivares, Alvar Gordejuela, Mikele Urroz y Verónika Moral completan el reparto de actores principales mayoritariamente vasco de esta ficción dirigida por Inés París (‘El grito de las mariposas’) y que navega entre el género procedimental y el misterio.
Romi, una producción de Mandarina para Mediaset, está desarrollada a partir del proyecto seleccionado en la primera edición del programa ‘SHOWRUNNER: Aula de Ficción’, creado por la ESCAC (Escuela Superior de Cine y Audiovisuales de Cataluña) y Mediaset España para formar y convertir a jóvenes talentos creativos en los futuros showrunners de la ficción nacional.
‘Romi’, una investigadora con un talento especial para resolver los casos
Romi aborda las investigaciones de una joven detective privada con discapacidad auditiva post locutiva con implante coclear (María Cerezuela, Premio Goya a la Mejor Actriz Revelación en 2022 por Maixabel) que tiene una gran habilidad para resolver los casos que se le presentan y también, un máster en microgestos. En ocasiones su talento puede resultar abrumador, y a la vez, es una chica con los problemas propios de una joven de su edad. Su tendencia a bordear la legalidad para resolver los casos y conseguir sus fines le quita el sueño a su madre, Alaia (Natalia Millán, ‘El Ministerio del Tiempo’), que trabaja como inspectora en la Ertzaintza.
Los mundos de madre e hija se cruzan en numerosas ocasiones y sus choques son constantes, hasta que un caso une sus intereses profesionales y les hace volver a investigar el incidente en el que Bixente, padre de Romi y marido de Alaia, murió hace veinte años en una explosión en la que la joven perdió la audición. Durante el curso de las averiguaciones, madre e hija descubrirán que había muchas cosas de Bixente que desconocían y que les llevarán a plantearse quién era él realmente y si su muerte fue o no accidental, como siempre habían creído.