Seis meses antes de que tenga lugar el Festival de Eurovisión 2024, la Unión Europea de Radiodifusión (UER) ha puesto a la venta este martes 28 de noviembre la primera remesa de entradas para los nueve shows que se celebrarán en Malmö en mayo: las dos semifinales (7 y 9) y la final (11), así como los ensayos para familias (7, 9 y 11) y jurados (6, 8 y 10).
Y, como era de esperar, los tickets se han agotado en apenas unos minutos después de que más de medio millón de personas se hayan conectado a la web de Ticketmaster. Lo más sorprendente es que por primera vez en años, los fans han tenido que comprar sus asientos a ciegas. Es decir, no saben qué países participarán en la próxima edición.
La razón está clara: Israel. Y es que la guerra entre el país y Hamás en Palestina ha hecho que cada vez sean más los eurofans que pidan su expulsión, como ya se hizo con Rusia en 2022 tras la invasión de Ucrania después de que distintas televisiones pidieran que fuera expulsada de la competición.
"La decisión refleja la preocupación de que, a la luz de la crisis sin precedentes en Ucrania, la inclusión de una participación rusa en el concurso de este año desacreditaría la competición", dijo entonces la UER en un comunicado.
"Seguimos dedicados a proteger los valores de una competición cultural que promueve el intercambio y la comprensión internacionales, reúne al público, celebra la diversidad a través de la música y une a Europa en un mismo escenario", concluía la nota de la Unión Europea de Radiodifusión.
De momento, como decimos, la UER no ha tomado ninguna decisión y aún no se sabe cuántos países se subirán al escenario del Malmö Arena los próximos 7, 9 y 11 de mayo. La jefa de la delegación francesa, Alexandra Redde Amiel, dijo hace unas semanas que habría 41 países, cuatro más que en 2023. Sin embargo, de momento el organismo europeo no lo ha confirmado.
Una expulsión difícil
Pero ¿se atreverá la UER a expulsar a Israel de la próxima edición del Festival de Eurovisión después de que el pasado domingo en la final de Eurovisión Junior dedicara un número musical pidiendo la paz? No parece que así sea por varios motivos.
Por una parte, Eurovisión es una competición entre televisiones públicas. Por lo que la UER puede justificarse con que son "una organización apolítica" y que la KAN israelí no es responsable de lo que hace el gobierno de su país.
A todo esto hay que sumar que, al contrario de lo que ocurría con Ucrania, que es un país reconocido por la comunidad internacional, solo hay nueve países de la Unión Europea que reconozcan al Estado palestino: Bulgaria, Chipre, Eslovaquia, Hungría, Malta, Polonia, República Checa, Rumanía y Suecia.
A todos ellos se les ha sumado ahora la postura de España y Bélgica, que han abierto la puerta a reconocer unilateralmente el Estado palestino si la comunidad internacional no toma una decisión conjunta.
Llegados a este punto se podría dar el caso que las televisiones de estos países presionen a Israel para su retirada o exijan a la UER su expulsión, como pasó con Rusia cuando nueve televisiones pidieron al organismo que se tomaran medidas. Fueron Islandia, Letonia, Polonia, Finlandia, Países Bajos, Estonia, Suecia, Noruega y Dinamarca.
Además, dos de ellas -Islandia y Estonia- habían amenazado con no participar en el Festival si se mantenía la presencia de Rusia. Aquí se le suma además algo a tener muy en cuenta: el país anfitrión, Suecia, reconoció a Palestina en 2014.
Por último, no hay que olvidar que desde 2021 uno de los grandes patrocinadores del Festival de Eurovisión es Moroccanoil, una empresa israelita. Por lo que, de expulsar a Israel, el certamen podría enfrentarse a graves problemas financieros.
Todo ello sin contar que, una expulsión de Israel de Eurovisión, desataría un grave conflicto diplomático a nivel mundial ya que, vistos los antecedentes con España y Bélgica, no es de extrañar que el país acusara a estos países de "dar apoyo al terrorismo".