Aunque Pedro Alonso y Begoña Vargas acudieron a El Hormiguero para promocionar Berlín, la precuela de La casa de papel que Netflix estrenará el próximo 29 de diciembre, Pablo Motos quiso cambiar de tercio al hablar del lado esotérico del actor que daba vida a Berlín. Y es que Alonso produjo y dirigió La nave del encanto, un documental que investiga sobre el chamanismo.
"La gente está empezando a sospechar un poco porque eres un tío muy curioso que experimentas", dijo Pablo Motos después de charlar sobre cómo la meditación ayuda a gestionar tus emociones. El presentador explicó a la audiencia que coincidió con el intérprete en casa de Alejandro Sanz. "La gente tiene prejuicios con el chamanismo, porque enseguida lo relacionan con la ayahuasca, que el desconocimiento".
"Y lo relacionan con las drogas. Venimos de una cultura en la que las drogas... Los americanos dijeron que las drogas son malas. Y es verdad que, desde ese ángulo, seguramente, las drogas son malas. Pero hay sustancias que provienen directamente de la naturaleza, que en contextos de respeto, rituales, desde hace miles de años han servido como una forma de limpieza física, de autoconocimiento y una forma de conexión espiritual", dijo en primer lugar Pedro Alonso sobre este asunto.
"Pero era lo que hacían las abuelitas, cuando se relacionaban con los ciclos de la tierra. Hay una parte muy golosa con lo de 'has flipao', pero a mí lo que me interesa más es la parte de reconexión con los ciclos de la vida y con tus propios ciclos", continuó explicando el actor al presentador de El Hormiguero. "El docu va de eso. Muy fuerte, Pablo".
"Lo veo muy fuerte el tema", asintió Motos para preguntarle a continuación si ya sabía la plataforma o la cadena en la que se emitirá el documental. "Como es muy fuerte [río], es un tema muy sensible y el nivel de exposición es muy descomunal para mí, vamos a empezar una gira por Latinoamérica y probablemente yo pondré la voz en off en directo para hacer una especie de ceremonia para abrir una especie de conversación", desveló.
"Yo no quiero ser el Papa, ni decir a la gente que tiene que hacer una cosa porque es guay, sino hablar qué significa respirar, esos saberes de las abuelas de todas las culturas, volverse a conectar con la naturaleza y qué son estas ceremonias", explicó. "Me interesa esa vía meditativa".