La preocupación por el estado de salud de José Luis Gil no cesa. Todo el mundo quiere conocer cómo se encuentra el actor, después de que en noviembre de 2021 sufriera un ictus isquémico agudo en el hemisferio izquierdo del cerebro del que todavía se está recuperando.
Desde entonces, el intérprete que dio vida a Juan Cuesta en Aquí no hay quien viva y a Enrique Pastor en La que se avecina no ha vuelto a trabajar porque tiene secuelas muy importantes, según ha desvelado su hija Irene, la encargada de ir actualizando cómo se encuentra.
Lo cierto es que las noticias no pueden ser más desalentadoras. "No creo que mi padre pueda volver a la televisión. Fue un ictus muy fuerte, que le ha dejado secuelas graves", dice en una entrevista concedida a la revista Pronto.
ESPVID20231218_0004"Nosotros lo llevamos como podemos. Hemos hablado con los neurólogos, con el centro de rehabilitación y, aunque nadie nos dice que no haya nada que hacer, tampoco apuntan a que la situación se arregle", asegura. "Yo no lo veo, pero ojalá me equivoque y todo cambie a mejor en el futuro, aunque el paso del tiempo te hace perder las esperanzas".
Hace un par de meses, fue la propia Irene la que trasladó las malas noticias, al asegurar que "la vida para él ya no será la misma" para el actor que el pasado 9 de diciembre cumplió 66 años, una celebración en la que estuvieron presentes su mujer, Carolina Montijano; sus otros dos hijos, Daniel y Marta; y su amiga Ana Ruiz.
La situación de José Luis Gil es difícil, pero todavía mantiene algunas facultades. "Tiene movilidad, pero claro, no es un hombre muy joven. Mi padre reconoce a todo el mundo. Si viene alguien a verle sabe quién es, se entera de todo, pero tiene problemas para comunicarse", cuenta Irene.
A lo largo de estos dos últimos años, el actor ha recibido el cariño de toda la profesión, y en particular el de sus compañeros en La que se avecina. La "esperanza" a que volviera nunca se ha perdido, como reconoció Alberto Caballero, el creador de la comedia de Telecinco y Prime Video. Por ahora, los guionistas han justificado su ausencia en la trama explicando que Enrique Pastor se había ido a Brasil con su hijo.