Después de la victoria puntual de Ana Rosa con TardeAR este lunes, Sonsoles Ónega recuperó ayer el liderazgo en Antena 3. El programa tenía de bazas la exclusiva que dio Paloma García-Pelayo sobre Gabriela Guillén, la mujer que espera un hijo de Bertin Osborne, y la entrevista a una ya recuperada Ainhoa Arteta.
La soprano acudió al espacio de Sonsoles para hacer un repaso de su carrera profesional tras cumplir 40 años sobre los escenarios. "Es mucho más fácil llegar, lo dificil es mantenerse", dijo Arteta. No obstante, la presentadora llevó rápidamente la conversación a su historia de superación, después de que estuviera a punto de morir en 2021.
La artista estuvo seis días en coma después de que una infección de riñón se le complicara y le acabara provocando un cólico nefrítico. "Me dieron tres horas de vida", aseguraba Ainhoa Arteta asegurando que sus familiares y amigos fueron al hospital para despedirse "vestidos de negro porque ya sabía que me moría". "Era alérgica a la penicilina, se me pararon todos los órganos y el corazón estuvo a punto", recordó revelando que la intubación le estropeó la cuerda derecha.
"¿Tú te despediste de la vida?", quiso saber Sonsoles después. "No, no tuve tiempo", respondió la cantante lírica recordando que el último recuerdo que tiene fue el momento en el que intentó impedir que un celador la intubase porque es algo "súper agresivo" para la voz de los cantantes. "Le agarré y le dije 'a mí no me intu...', y ahí me quedé. No podía hacer nada, pero recuerdo ver a un celador llorando. Vi a muchas personas a mi alrededor cuando estaba en coma", contó.
La presentadora quiso tirar más de la lengua a su invitada preguntando qué fue lo que vio esos días, a lo que Ainhoa se mostró algo reticente en un primer momento. "He venido a hablar de otras cosas", espetó para compartir las dos enseñanzas que sacó de aquel episodio pasando por alto los detalles más morbosos de su hospitalización.
El primero de ellos es que Ainhoa ha pasado de tener miedo al silencio a buscarlo porque "es muy reparador". Y la segunda cosa que ha aprendido es que "no morimos". "¿Te das cuenta lo bonito que es? Dices que no vienes hablar de eso. ¿De qué si no?", dijo Ónega, a lo que la cantante retomó: "Muere el cuerpo, que es lo que adopta nuestra energía para estar en este estadio, pero no el alma". Y es que, tal y como aseguró, Arteta ha profundizado en la física cuántica. "Lo explica muy bien. Existe la energía que nunca muere, es círcular. Por eso, el símbolo del infinito".
"Por eso, cuando alguien se le quiere hasta el infinito y se le quiere con toda el alma. Con el corazón se quiere más fácil, pero con el alma se quiere a muy poca gente", dijo para romper a llorar después asegurando que ella quiere con toda su alma a sus hijos, su padre, amigas... "A gente que sabes que después va a seguir contigo en este viaje tan maravilloso y que no tiene nada que ver con el mundo en el que vivimos", aseguró insistiendo en que se ha recuperado: "Tengo muchos proyectos. Estoy al 200% vocalmente".