Ya convertido en cita anual, Andreu Buenafuente ha hecho el resumen del 2023, como hizo ya en 2022, con los momentos que han marcado el año. En un monólogo lleno de humor en TV3, emitido justo este pasado 28 de diciembre, día de los Santos Inocentes. El barcelonés ha afilado el verbo para lanzar una serie de dardos y zascas a figuras tan diferentes como a Rubiales, al F.C. Barcelona o a Ana Obregón. Por supuesto, hubo ración también para Pablo Motos.
“Este año hay muchas cosas que no hemos visto venir. Como policías pegando 'cayetanos'. O Puigdemont siendo la clave de la estabilidad de España. O a Pablo Motos diciendo que le avergüenza ser español”, comenta en su monólogo del programa Vosaltres mateixos de 3Cat, en el que también ejercía de maestro de ceremonias. Ese fue el primer dardo al presentador de Requena, puesto que, posteriormente, hizo referencia a la entrevista que tuvo el conductor con el exministro Alfonso Guerra.
A Buenafuente le sonaba el móvil en pleno monólogo y tranquilizó al público declarando que “sólo en la alarma de la Protección Civil”, recordando cómo ésta sonó en Madrid por la emergencia de una DANA y que, finalmente, tuvo poca repercusión en la capital el día en el que sonó (en otras partes de la Comunidad y en otras provincias sí que hubo graves incidencias). Son ese sonido, el barcelonés tiró de ironía para lanzar otro zasca al presentador de El Hormiguero.
“¡Qué susto! Pensé que me llamaba Pablo Motos, que lleva a Alfonso Guerra a su programa. Motos, siempre llevando a una persona de primer nivel de la política activa, gente importante… como Pedro Guerra. ¡Bueno, perdón! Quería decir Alfonso Guerra… Pedro [Sánchez] es un tío cojonudo. No, Alfonso Guerra, ese que dice que no se puede hacer nada, que ya no se pueden hacer chistes de enanos y mariquitas. Un tipo que está al corriente de todo, ¿eh?”, decía, provocando las risas de los presentes.
“En 2023, dice que antes se podían hacer ese tipo de bromas. Luego está Pablo Motos diciendo: ‘calla, calla, que aquí vienen muchos cómicos y lo comentan. Que no se puede hablar de nada’. Pero, ¡ojo! Os comento. Si tú después vas a acudir a El Hormiguero, puede ser que te llame una hormiga y, esto es verdad, te llama para decirte: ‘Pablo está muy preocupado, porque haces bromas de él’. Yo les digo: ‘¿en serio?’ y ellos responden: ‘¿sabes qué es lo que quiero, no?’ Y yo digo: ‘Pues la tarjeta de El Hormiguero!’”, terminaba su monólogo, logrando que el público lanzase una sonora carcajada.