Desde hace tres años, Antena 3 es la cadena preferida por los españoles para comerse las uvas en Nochevieja y dar la bienvenida al nuevo año. El 'efecto Pedroche' ha acabado con la hegemonía histórica de La 1 y ahora, medio país, no quita ojo a la retransmisión del especial de Campanadas de la privada con el objetivo de ver el vestido que luce la presentadora en una de las retransmisiones más especiales.
Casi seis millones de personas (34,4%) entraron en el 2024 en el canal principal de Atresmedia. Pero, entre el fulgor por el vestido de la Pedroche y la euforia del momento, sucedió algo inesperado. Cuando apenas pasaban unos segundos de la medianoche y los fuegos artificiales alumbraban de color la Puerta del Sol, Cristina tuvo un accidente en directo. O eso fue lo que quisieron que pensara la audiencia.
Cuando Chicote procedió a realizar un brindis con una cerveza en la mano por el nuevo año, la presentadora, extrañada, se 'percató' de que había perdido el collar que llevaba en la cabeza. Miró hacia todos lados, pero el complemento había desaparecido como por arte de magia. "¿Dónde está mi collar?", repitió dos veces la vallecana, mientras el cocinero ponía cara de no entender ni un pimiento lo que estaba pasando.
Pedroche dio pasó a la publicidad después. Fue entonces cuando unos pocos resolvieron que todo había sido un teatrillo y que formaba parte de una campaña publicitaria de la marca de cervezas Estrella Galicia que unió las Campanadas de Antena 3 con Berlín, la secuela de La casa de papel que acaba de estrenar Netflix. Un magistral número de ilusionismo en directo, como diría el personaje de Pedro Alonso.
En dicho anuncio, se ve cómo el líder de la banda que sustrae las joyas de la Casa de Subastas de París, sale airoso del edificio de la Puerta del Sol en el que se encuentra el balcón donde se realiza la retransmisión con el collar de la Pedroche. Haciéndose pasar por uno de los camareros, Andrés de Follonosa se escabulle pasando completamente desapercibido por dos miembros de seguridad. "No soy un hombre de cerveza, pero esta... Esta me va a saber a gloria", dice.
Se trata de una de las campañas de publicidad más originales de los últimos años al unir realidad y ficción, y televisión de pago con la de abierto. Sin embargo, su éxito se ha ido cuajando a fuego lento, pues no se produjo un campanazo como tal en ese preciso momento. A medida que han ido pasando las horas, ha generado una conversación tanto en redes como en la calle.
De hecho, sólo la audiencia más avispada resolvió el misterio del collar del Pedroche al ver el anuncio. La gran mayoría se enteró después, y es que los minutos posteriores a las doce campanadas, son momentos de jolgorio, brindis y felicitaciones con las personas con las que te has reunido en Nochevieja. Prácticamente nadie presta atención a los anuncios que se emiten después de las uvas.
Simbiosis entre la televisión de abierto y la de pago
Por esta razón, quizás haya quien piense que la campaña de marketing ha sido todo un fracaso y que, pese a haberse emitido en los minutos en los que el consumo de televisión se dispara, hubo gente que no se enteró de qué iba la película. Además, tampoco queremos quitar mérito a las interpretaciones de Pedroche y Chicote, que estuvieron de sobresaliente.
El spot ha conseguido el ruido que tanto buscan los publicistas y ha conseguido algo mucho más difícil: eclipsar al mismísimo vestido de Cristina. Guste o no, ha sido otro ingrediente que demuestra, una vez más, que las Campanadas de Antena 3 no son líderes por casualidad, que todo está cuidado hasta el mínimo detalle y que es el resultado de una estrategia que comienza meses antes.