El programa de Telecinco Fiesta suele ser el líder de su franja de emisión en las tardes de Telecinco durante los fines de semana. Sin embargo, este 13 de enero, La 1 pretende ponerle las cosas difíciles ofreciendo la que es la película más vista de la historia de nuestra televisión desde que hay mediciones de audiencias. Hablamos de Cateto a babor, largometraje del año 1970 y protagonizado por Alfredo Landa.
La cinta dirigida por Ramón Fernández que mañana emite Cine de barrio alcanzó un impresionante con 60,5% de cuota de pantalla y 10.078.000 espectadores en el año 1992 en su emisión en La 1, según datos de Barlovento Comunicación. En el ranking de títulos con más espectadores le siguen también dos clásicos del cine español: Dos mulas y una mujer, con 9.598.000 espectadores y 61,8% (1992) y El hijo del cura, con 9.287.000 espectadores y 54,8% (1992).
El ránking de las diez películas más vistas de la historia lo completan: Pretty Woman - 9.223.000 espectadores y 55,6% (1994); Dirty Dancing - 9.110.000 espectadores y 54,5% (1992); Los gemelos golpean dos veces - 8.607.000 espectadores y 53,5% (1992); Poli de guardería - 8.409.000 espectadores y 51,1% (1995); Loca de academia de Policía II - 8.392.000 espectadores y 51,3% (1993); Ocho apellidos vascos - 8.270.000 espectadores y 47,5% (2015); y Sor Citroen - 8.142.000 espectadores y 48,1% (1992).
[¿Por qué ‘Cine de Barrio’ repite tanto sus películas?]
Pánico en el túnel fue, por su parte, la película más vista del siglo en televisión cuando anotó un 38,2% de cuota de pantalla y 6.370.000 espectadores en Antena 3 en el año 2000. Hasta que Telecinco estrenó la ya mencionada Ocho apellidos vascos, que consiguió convertirse en 2015 en la película más vista del milenio y en la novena más vista de la historia de la televisión tras congregar a 8.270.000 espectadores y un 47,5% en su emisión en simulcast en Telecinco y Cuatro.
Así es ‘Cateto a babor’
Miguel es un lugareño que vive con la única compañía de Quique, su hermano pequeño. A pesar de solicitar varias prórrogas para librarse de la mili, Miguel recibe un ultimátum que le obliga a presentarse en el cuartel de instrucción de San Fernando. Entonces se ve obligado a dejar a su hermano en casa de su novia Jacinta y presentarse en su división correspondiente. Sin embargo, en la marina es el hazmerreír de sus compañeros y pone de los nervios al sargento Canales.