El programa TardeAR ha comenzado este lunes ambientado en un aeropuerto. Gracias a la realidad aumentada, Ana Rosa Quintana parecía encontrarse en una de estas instalaciones destinadas al despegue y aterrizaje de aviones para hablar de Julio Iglesias. Y es que una de las noticias más sonadas del fin de semana es que el cantante fue retenido en el aeropuerto de Punta Cana por viajar con 42 kilos de comida.
Ya en la mesa donde se desarrollan las tertulias, Lolita Flores quiso romper una lanza a favor de su compañero de profesión. “Yo lo puedo entender, porque cuando yo hacía esas giras enormes por Latinoamérica y por Estados Unidos, la verdad que oye, para que te den un buen alimento de calidad es complicado”, aseguraba la colaboradora.
Cristina Cifuentes, sin embargo, preguntaba que qué necesidad tiene Julio Iglesias de viajar introduciendo alimentos en su avión. “Que lo meta por los trámites, que es que eso necesita una autorización alimentaria. Imagínate que metes un jamón serrano que tiene fiebre porcina”, lanzaba la que fuese presidenta de la Comunidad de Madrid.
“Le ha pedido disculpas el Presidente de la República claro y un ministro también. Que conste”, apostillaba por su parte Javier Sardà. “El aeropuerto es de él”, deslizaba Ana Rosa Quintana, y Vicky Martín Berrocal bromeaba sobre que es suyo el aeropuerto “y República Dominicana”. “A su edad puede hacer lo que le dé la gana”, insistía Lolita Flores en su defensa del artista que representó a España en Eurovisión en 1970.
“La ley tiene que ser igual para todos. No puede ser que un ciudadano normal no pueda y que él sí pueda meterlo”, insistía Cifuentes. En el programa han tenido ocasión incluso de analizar los artículos que llevaba Iglesias, y se han preguntado “qué pintan los frijoles, porque en medio de todo esto, todo frutas, están los frijoles”. Algunos colaboradores incluso señalaron al equipo de Julio como el responsable de introducir todos esos alimentos en el viaje, porque “tiene no sé cuántos mil empleados”. “¿Vosotros veis a Julio Iglesias haciendo la compra?”, preguntaba Ana Rosa Quintana.
“No tenéis ningún respeto a la edad”, espetaba más tarde Javier Sardà, algo en lo que Lolita le daba la razón. “Es una persona muy mayor. Bromas a parte, y lógicamente allí donde está quiere comer lo que le apetece y le hace sentir en su casa”, defendía el que fuese presentador de Crónicas Marcianas, mientras Flores seguía posicionándose de su lado.