Inés Hernand se convirtía el pasado miércoles en la auténtica protagonista de la rueda de prensa de presentación de los presentadores del Benidorm Fest después de que condenara la participación de Israel en el Festival de Eurovisión. "Lo diré públicamente como Inés Hernand y no como RTVE. Yo no puedo comprometer la posición de la pública, pero tengo mi posicionamiento claro: que está siendo una masacre, un genocidio y como persona individual exijo el alto al fuego".
No es la primera vez que la joven comunicadora utilizaba una altavoz de estas características para exponer su opinión sobre un asunto, provocando un verdadero quebradero de cabeza a la radiotelevisión pública. Ya en julio, RTVE Play tuvo que retirar un programa porque Hernand abogó en directo en GenPlayz que habría un Gobierno “de los buenos” tras las elecciones previstas para el 23-J.
También meses antes criticó que la pública le hubiese pagado 35.000 euros menos que a sus compañeros en el Benidorm Fest, Mónica Naranjo y Rodrigo Vázquez. "Anda, esta pequeñísima, testimonial y simbólica de cobrar 35.000 euros que mis dos compañeros presentadores del Benidorm Fest, fíjate qué risa y qué bien me sienta".
Una crítica que ahora considera que quizó no debería haberla hecho, o no al menos en ese espacio. "Yo ahí a lo mejor no lo hice bien y, aunque no me digan estás castigada, pues estás castigada", reconoce la madrileña. "Ya sé cuando tengo que poner un tuit o cuando me lo tengo que ahorrar. Ya sé cuando tengo que decir una cosa o cuando no. Y hay ocasiones en las que evidentemente hay que aprovechar los espacios de una forma inteligente", confiea.
- ¿Te trae muchos problemas con TVE dar tu opinión?
- Me gustaría decirte que sí, pero la realidad es que no. Porque yo cada vez voy afinando un poquito más el ojo y el foro para poder leer un poco mejor la sala, sé donde está el punto de tensar... Creo que están comprando bastante el paquete general y, me imagino que si hubiese un cambio de gobierno, pues a lo mejor no querrían contar conmigo con la misma frecuencia. Pero hay que defender las opiniones y el criterio de uno como profesional, porque tú como individuo puedes tener un criterio propio que también comparte mucha gente, al igual que lo comparten con Pablo Motos o con Ana Rosa Quintana. No hace falta ser todo el rato una presentadora blanca del cajón de los presentadores blancos en plan: 'Buenas tardes'. No, no es esto lo que estás contratando.
-
Me imagino que si hubiese un cambio de gobierno, pues a lo mejor no querrían contar conmigo con la misma frecuencia
- Igual que intento ser una profesional de la comunicación que va aprendiendo poco a poco de cosas. Y ya sé cuando tengo que poner un tuit o cuando me lo tengo que ahorrar. Ya sé cuando tengo que decir una cosa o cuando no. Y hay ocasiones en las que evidentemente hay que aprovechar los espacios de una forma inteligente. Al final hay mucha gente que lo que no se visibiliza no existe y hay muchas personas pues que son diversas, que tienen unas realidades distintas a las que quiere enmarcar dentro de una normatividad general y, si a mí me dejan el espacio y tengo la oportunidad, claro que se menciona.
- Y en una cuestión como está siendo ahora mismo el genocidio que se está practicando sobre la población gazatí o como pueden ser las personas trans, las personas migrantes que no las regulan pero que sin embargo están limpiando las casas de todos los que dicen putos negros... y un largo etcétera; pues, chico, pues tendremos que aprovechar.
- Pero, que no estés en la Green Room del Benidorm Fest, ¿supone un castigo?
- Yo no lo he interpretado como un castigo, sino que lo interpreto como que me consideran una profesional de las que quiere estar en un medio plazo. Y en un medio plazo, a un profesional de la comunicación le van a poner en muchas tesituras muy distintas que no son mejores o peores. Es decir, yo no soy una influencer que hace un programa y ya. No, si yo quiero dedicarme a esto, lo que te toca es contestar a los periodistas, ser amable con todos los equipos con los que trabajas, que ahora mismo decidamos para ti que haces este programa y este otro, y no haces este otro... Y eso no quiere decir que es mejor o peor...
- También me parece como desprestigiar a Aitor Albizua o al de Jordi Cruz. Con lo cual, yo estoy muy contenta de que sigan contando conmigo, que eso es con lo que me quedo. En esta tercera edición del Benidorm Fest, soy la única que ha ido sobreviviendo junto con MEC (María Eizaguirre Comendador, la directora de comunicación de RTVE) a todas las ediciones y eso creo que sí que es un reconocimiento profesional hacia lo que estoy haciendo. Algo se está haciendo bien. No creo que sea miedo ni nada.
- Y además en una hora golfa en la que se supone que puede ser incluso más libre que en un prime time que está más encorsetado...
- Aparte de que las intervenciones que tiene una gala son súper reducidas. Son tres intervenciones prácticamente por bloque de hora porque no hay más, porque sino acaban las galas a las 05:00 de la mañana. Me parece bien y además asumo y abrazo un poco mi personalidad en ese sentido. Esa pregala en la que podemos estar distendidos en el digital, la Jordi (Cruz) y yo mariconeando, es que es mi personalidad. Y estoy contenta por eso.
-
No me han dado nunca ningún toque, ni siquiera por los tweets que vinieron después respecto de los pagos ni nada por el estilo.
- ¿Te llegaron a dar algún toque de atención por alguno de los comentarios en la Green Room de esos chascarrillos que hacías?
- Jamás, jamás. No me han dado nunca ningún toque, ni siquiera por los tweets que vinieron después respecto de los pagos ni nada por el estilo. Lo que pasa es que obviamente tú también sabes dónde están tus líneas de prudencia o no. Yo ahí a lo mejor no lo hice bien y, aunque no me digan estás castigada, pues estás castigada. ¿Sabes lo que me refiero? No hace falta tampoco hacer una brocha gorda de decir las cosas de forma directa. Pero verdaderamente creo que se me ha amnistiado mucho desde TVE en general. Creo que les gustó como profesional porque hay un Mercedes Milá, he presentado la alfombra de los Grammys, me voy ahora a los Goya... Así que sí creo que hay genuinamente un cariño o a lo mejor es que estoy volando bajo y nadie se ha dado cuenta. Así que prefiero quedarme ahí.
- Has dicho que eres la última superviviente del Benidorm Fest...
- Sí, soy un poco Desmond en Perdidos. Not Penny's Boat. Siento que han sabido leer que ahí hay una persona que ha conectado con un fragmento, un segmento de público y que la quieren mantener y estoy feliz de que así sea. Y también no sé cuáles son las circunstancias del resto de compañeros. A mí me hubiese apenado mucho no estar este año en la fórmula que fuese. Y si el año que viene me dicen 'oye, Inés, que tienes una esquinita en el último puesto para hacer tres preguntas en la alfombra naranja', vendría igual. Porque también mola formar parte de algo y que sea un poco tu safe place.
- ¿Te sientes marca Benidorm Fest?
- No solo marca Benidorm Fest, pero sí me siento identificada con los valores, el rollo que se respira aquí y el tipo de entretenimiento que se emana desde esta franquicia porque va un poco más en mi línea que si tienes una cosa como más seria.
- ¿Hoy te sientes conforme con lo que se te paga?
- Por supuesto que cuando a una persona le ofrecen un caché en general en este proyecto o en cualquier otro, pues asumes si aceptarlo o no. En muchas ocasiones estás por debajo a lo mejor de lo que debieras de cobrar. Pero, he tenido mucha reflexión respecto de los pagos y en general de la vida desde que a mi colega Nerea (Pérez de las Heras) le amputaron la pierna. Con lo cual en este momento estoy bastante en eje con las cosas y claro que me siento muy bien remunerada porque ya hay una diferencia respecto de lo que está el resto de la sociedad. Ahora mismo me siento como si vemos una caja de muñecos de playmobil en los que hay un policía, hay un cocinero, hay una peluquera, hay una maestra, hay una jueza, hay una presentadora y hay un productor y te podría tocar una como cualquier otra. Así que horizontalidad máxima, agradecida y ojalá podamos estar mucho tiempo.
-
Echo de menos que haya en general más espacios para ciertas disidencias y para visibilizar cosas que a lo mejor la gente no tiene ni idea.
- ¿No echas de menos que haya más voces reivindicativas en televisión?
- Por supuesto que echo de menos que haya en general más espacios para ciertas disidencias y para visibilizar cosas que a lo mejor la gente no tiene ni idea. La gente no tiene ni idea de cómo vive la sexualidad sus hijos homosexuales y que a lo mejor resulta que están haciendo sesiones chemsex o de pronto esas personas son personas trans y tienen chasers detrás que les dejan destrozada la vida. Y eso lo están ignorando y están cerrando los ojos los padres porque precisamente no hay, a través del audiovisual, espacios suficientes donde poder echar un ojo a otros segmentos de la sociedad. Yo el otro día estuve viendo el derbi Madrid- Atlético de Madrid en el palco y estar ahí me ayudaba también a entender ese clima. Lo que tenemos que hacer es abrir las orejas y no decir esto es un lobby. Claro que hacen falta más voces.
- Vas vestida de Ferrari. ¿Tiene que ver con todo la polémica en redes sociales por la Fórmula Uno en Madrid? Muchos criticaron que estuviste en Montmeló...
- Eso les ha llegado mucho a la gente. Claro. Y también tengo un iPhone y soy una persona de izquierdas. Vivo en el capitalismo y evidentemente yo he estado viendo la Fórmula 1 en Montmeló, que es un circuito construido desde hace 130 mil millones de años. Lo que es distinto es que en mi ciudad se vayan a hacer inversiones públicas y se vayan a generar espacios para una cosa cuando hay unas carencias como las que hay en Madrid respecto, por ejemplo, de la sanidad. Ahora mismo ha dimitido en bloque la unidad de pediatria de la Paz, no hay anestesistas en el 12 de octubre, siete plantas están cerradas... Pues, hombre, anunciar esto como si fuese uno de los grandes logros por mucho turismo que vaya a traer, en realidad es una pequeña y simpática putada. Estuve en Las Vegas recientemente y el circuito atravesaba por el medio de la ciudad. Es un carajal que como lo hagan por el centro de la ciudad vamos a flipar.
- Tema Israel. Has dejado muy clara tu posición. ¿Crees que RTVE debería plantearse acciones para que expulsen al país de Eurovisión?
- Desconozco ni cuáles son siquiera los mecanismos de decir ciertas cosas. Yo estudié Derecho y en Derecho Internacional Público cuando tú emites una declaración, por ejemplo lo que dijo Pedro Sánchez en plan de 'me opongo a lo que está ocurriendo', ya con decir me opongo es como que se levantan miles de movidas diplomáticas que ni yo te podría explicar. Entonces, desconozco hasta qué punto RTVE puede intervenir o intermediar para decir absolutamente nada más de lo que ha dicho ya. Yo creo que, en alineación con lo que se ha dicho desde el Gobierno central, entiendo cuál es la posición de RTVE respecto de la participación o no con Israel. Pero lo desconozco y desconozco hasta cuánto y cuándo se puede hacer una presión de estas características. Pero, bueno, a mí me parece una cuadra de cojones.
- La UER se defiende con que es un festival apolítico. Pero al final la política lo inunda todo...
- A ver, para mí todo es política. Pero es que Israel tiene el capital de Estados Unidos detrás. Por eso mismo ha pasado lo que ha pasado históricamente. Y es horrible tener que estar asistiendo en directo a un apartheid y a un genocidio como el que estamos viendo. Ya lo decía una periodista palestina: 'Vais a flipar cuando esto se vea en los libros de historia, cómo en Occidente estábais parados'. Vamos a flipar todos de la cara de vergüenza. Y es una realidad y lo creo. Y ya premiar con festivales, con medallas honoríficas en el Ayuntamiento de Madrid, que menos mal que al final tiró de freno de mano ese señor, me parece el horror.
- También ha habido críticas porque tú estás participando en este proceso de selección para Eurovisión...
- No soy Netanyahu. Quiero trabajar, creo en la franquicia Benidorm Fest a nivel musical y me quiero centrar en poner la energía en un espacio que representa diversidad y a la vez representa todo el talento que tenemos aquí en España a nivel musical. Y creo que es otra fórmula de exponer entretenimiento. Yo a nivel individual estoy haciendo todo lo que puedo, que es echar pasta, visibilizar a través de mis programas, decirlo en público y acudir a las concentraciones para el cese al fuego.
-
Si mis palabras, que no son para nada intencionadas, generan un debate o un discurso, pues que lo generen
- ¿Crees que el fenómeno Operación Triunfo ha podido afectar a las audiencias del Benidorm Fest?
- OT está siendo el gran fenómeno. Y yo creo que RTVE evidentemente estará haciendo internamente así [se lleva las manos a la cabeza] en plan: ¡Madre mía! Es una franquicia fantástica que ha funcionado siempre y sobre todo cuando la dejas respirar un par de añitos o tres, que vuelve otra vez con mucha fuerza. Que si se ha eclipsado o no, creo que la final se va a ver bien porque el Benidorm Fest es solamente una semana. Lo que creo es que a veces las cosas hay que concentrarlas, funcionan más concentradas que estando cinco meses en plan 'y ahora te enseño la tarjeta'. A lo mejor la gente busca algo más concentrado que diluirlo en el tiempo. Pero eso lo digo como opinión personal. No sé porque se ha valorado comunicarlo así o comprar o no OT. No tengo ni idea.
- A poco que dices te conviertes en Trending Topi en X. ¿Cómo te afecta?
- Como lo que digo para mí me representa, como no estoy diciendo falsedades... No decirlo es lo que me haría realmente sentirme peor. Lo lamento mucho para las personas que les moleste. O al contrario, me alegro si genera un debate. El otro día me di cuenta de que había muchas influencers que habitualmente no se pronuncian acerca de nada, comentando lo que les había parecido La sociedad de la nieve. Y me dije, 'joder, si todo el mundo tuviésemos una reflexión igual que del canibalismo acerca de las desigualdades como la meritocracia, los techos de cristal o un largo etcétera', qué interesante y qué nutritivo sería todo. Porque si viésemos una película y tuviésemos una reflexión, qué enriquecidos estaríamos todos y con qué poco odio saldríamos a la calle.
- De la misma forma pienso que si mis palabras, que no son para nada intencionadas, generan un debate o un discurso, pues que lo generen. A mí personalmente me afecta menos siete. Creo que también a lo que nos dedicamos a esto tenemos que valer y tiene que ser ciertamente un poco vocacional porque el periodismo independiente no se paga. Por eso hay que suscribirse a medios. Tienes que tener la piel así para llegar a un sitio, que te dejen el hueco, que tus compañeros no te pisen y no te pongan el móvil encima... Todo es un carajal que evidentemente tienes que estar bien ubicado y tienes que valer para lo que hagas. Y yo honestamente y siendo crítica, pues como bien dijo Úrsula Corberó en los Ondas de este año: 'Gracias a todo el mundo y gracias a mí que estoy currando un montón'. Pues igualmente digo gracias a mí, que creo que realmente tengo cierta distancia con esas cosas. A mí que me digan 'te cojo de los pelos y te arrastro por España' o que "me violarían y me contratarían después en el juicio para que después le defendiese contra mi propia violación' pues me da absolutamente lo mismo lo que pueda escribir Carlos desde Badajoz haciéndose una paja.