Telecinco mantiene en sus mañanas una sección dedicada a la crónica rosa. Hablamos del Club Social del programa Vamos a ver, que presenta Joaquín Prat y donde le acompañan un nutrido grupo de colaboradores, que comentan noticias y expresan sus opiniones. A veces, con más intensidad de la que el propio presentador desearía, tal como ha sucedido en la mañana de este primer martes del mes de febrero.
Ya hemos visto en otras ocasiones a Joaquín poner orden con más seriedad de la que nos tiene acostumbrados en esta parte de su magacín, pero esta mañana ha llegado a resquebrajarse por completo, tanto, como para que diese un golpe en la mesa y llamase al orden.
El tema de conversación era Isabel Pantoja, personaje que Telecinco sigue analizando en todos y cada uno de sus espacios de corazón. La tonadillera está de gira, y además, podría tener un nuevo amor, un hombre canario al que ya se ha identificado en otros espacios de la cadena.
El periodista Pepe del Real había hablado con este hombre, para aclarar algunas de las cosas que se habían apuntado en los últimos días. Sin embargo, el colaborador no podía dar sus informaciones con claridad por las interrupciones de sus compañeros, especialmente, por Alessandro Lequio.
“Qué pesados sois, de verdad. Es que luego la gente nos dice que no entiende nada en casa porque montáis unos gallineros que son indecentes”, se quejó Prat. Y, al parecer, lo que menos le gusta es que, porque no se mantenga el orden en el plató, su propia imagen se vea afectada. “Luego quedo yo como un gilipollas y un amargado porque os digo que habléis todos de uno en uno”, añadía, sin poder ocultar su evidente enfado ante la situación, que no es extraña en el matinal de Telecinco.
El italiano, en lugar de quedarse callado, soltaba: “Pero es que... ¡ya te vale!”, y Prat le frenaba. “ero es que nada. Al final, al que ponéis en una situación delicada es a mí. Que habléis uno por uno, coño”, exclamaba, pidiendo que dejasen hablar a Pepe del Real, quien se había trabajado una información y que no podía contar por las interrupciones. Tras esto, el programa producido por Unicorn Content pudo desarrollarse según lo previsto, sin que los compañeros se pisasen al hablar.