El cocinero Karlos Arguiñano, conductor del programa La cocina abierta de Karlos Arguiñano, regresó a El Hormiguero este jueves dispuesto a divertirse. Y tanto es así que llegó al plató con una máscara y un gorro. “Me habían dicho que este programa era serio…”, bromeaba nada más llegar.

La charla con Pablo Motos arrancó recordando los 35 años que lleva ya saliendo por televisión de forma diaria, y cómo muchas veces sale con algún complemento gracioso. “Prefiero salir de payasete diez segundos, a la gente no se le puede aburrir, pero que te van que estás con buen ánimo y que encima vamos a comer rico, rico”, explicaba al presentador valenciano.

Como curiosidad, Pablo Motos le preguntó cuántas caretas tendría en casa. “Entre caretas, gafas y muñecos, más de 500”, aseguraba. Y es que, como muchos sabrán, cada día abre su programa con algún gesto divertido, luciendo gafas de broma, máscaras, o con un títere al que da voz.

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En esta ocasión, Arguiñano presentaba su nuevo libro, Cocina de 10 con Karlos Arguiñano. Un tomo con 598 recetas. “Este libro útimo es la repera”, aseguraba. La promoción fue tal que incluso lo regaló a los asistentes del público. “Esto es un libro de referencia. La gente que tiene este libro en casa está salvada, porque va a comer muy bien, gastando poco y con recetas sencillas”, decía sobre su obra.

Karlos y Pablo Motos se conocen desde hace mucho tiempo, y el cocinero incluso fue colaborador del espacio. Hace tres o cuatro años me dijiste que ibas a empezar a cocinar”, le recordaba el vasco. Y estoy empezando ahora”, aseguraba Motos, que reconocía que hay elaboraciones que se le quedan blandas como los hojaldres, los rebozados y los empanados.

Karlos Arguiñano en su entrevista en 'El Hormiguero'.

Un empanado crujiente es una cosa muy sencilla”, afirmó Arguiñano, explicando que los filetes, que no sean gruesos, hay que pasarlos por harina, huevo y por último pan rallado. “El aceite en la sartén, a fuego fuerte. 20 segundos de cada lado y te va a salir crujiente. Otra cosa es que hagas un empanado lerdo, con poco aceite, a fuego medio. Se tiene que poner duro”, sentenciaba.

Una de las preguntas de Pablo iba relacionada con cómo empieza su día para estar de buen humor, y Karlos le dijo que lo primero que hace es desayunar, tirando de sartén. Acude a su gallinero, coge un huevo y lo hace frito, revuelto o en tortilla, junto a otros alimentos como cabeza de jabalí o una cebolleta frita. “No me cuesta nada hacerlo. Es más lo hago en pelotas”, desvelaba. Las hormigas bromeaban conque el huevo puede saltar. “Salta el agua, el huevo no me salta, ya me gustaría que me saltara el huevo. Cocinar en pelotas es más natural. Es muy íntimo”, expresaba.

Continuando con la broma, Pablo quiso saber si también desayuna en pelotas. “Sí. Es mi momento, en pelotas. ¿No sabes lo que es desayunar en pelotas?”, le preguntaba al presentador. “Los demás no sé cómo lo hacéis, igual con traje. En bolas es unas emociones distintas”, finalizaba.