A Boris Izaguirre no le falta el trabajo. En menos de un año ha sido concursante de El desafío (Antena 3), guionista de BOSÉ (Movistar Plus+, Telecinco), presentador de Desmontando y Más vale sábado (laSexta), jurado de Bailando con las estrellas y ahora colaborador de TardeAR.
Así que parece que tiene cuerda para rato. "Yo todavía puedo simultanear ambas cosas porque creo que tengo capacidad para eso. Tengo mucha capacidad de trabajo y también tengo muchísima capacidad de relax", confiesa el venezolano.
Su vuelta a Telecinco, además, la siente como la de la vuelta a casa. "Yo soy una persona que me he ido de casa, que me he ido de mi país muy joven y nunca he vuelto en ese sentido. Entonces, cuando de repente me veo regresando a sitios que han sido muy importantes, me emociona muchísimo", se sincera.
- Hace nada hablamos contigo por tu estreno en laSexta y ahora por tu vuelta a Telecinco...
- No tiene que sorprender tanto. La televisión se ha vuelto muchísimo más flexible, hay muchísima más oferta, hay televisión generalista, plataformas y los profesionales del medio pues nos vamos moviendo, no tanto por poder por pertenecer a un grupo, sino por involucrarlos en proyectos que sean interesantes. Me pareció muy interesante en su momento hacer Desmontando y también Más vale sábado y, cuando me llamaron para hacer Bailando con las estrellas y quedó claro que no iba a ser bailarín sino jurado, pues me pareció interesantísimo. A eso se le suma que es verdad que hace diez años fue mi última colaboración en esta casa con Mira quién salta que también presentaba Jesús Vázquez y producía en ese momento Cuarzo. En estos diez años mi vida profesional ha pasado por muchísimos sitios, por varias cadenas, por distintos programas, por distintas asignaciones dentro de esos programas y me parece que tenía una cierta reminiscencia de carambola. Es la palabra que utilizaba Jesús Vázquez que de repente volviéramos a estar todos juntos.
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Tanto mi dislexia como mi incapacidad para concentrarme en un proyecto que es tan grande, es tan profunda, que me impide realmente hacer bien otras cosas que no sea directamente hablar a una lamparita roja
- ¿Se te ha tanteado mucho en los últimos meses por parte de la nueva Mediaset?
- Sí, es cierto. Lo que pasa es que yo también estaba un poco pensando que no encontraba una cosa que me pareciera un buen regreso. Al final de cuentas tiene mucho que ver eso. Me emociona mucho el hecho de estar ahora aquí conversando hablando de mi vuelta a casa. Yo soy una persona que me he ido de casa, que me he ido de mi país muy joven y nunca he vuelto en ese sentido. Entonces, cuando de repente me veo regresando a sitios que han sido muy importantes, me emociona muchísimo. Porque también es verdad que no vuelvo igual, que vuelvo muy transformado. Me han sucedido cosas importantes.
- ¿No te veías concursando como bailarín?
- No, para nada. Ya me di cuenta en El desafío que realmente soy una persona muy inútil. Tanto mi dislexia como mi incapacidad para concentrarme en un proyecto que es tan grande, es tan profunda, que me impide realmente hacer bien otras cosas que no sea directamente hablar a una lamparita roja. Eso sí que creo que he aprendido a hacer. Así que meterme en otra cosa hubiera sido más bien un sufrimiento.
- Has dicho que te estás quitando un poco de histrionismo para que se lo lleve todo Antonia Dell'atte...
- Es mucho más lógico. A mí me gusta ese cambio de rol. Yo toda mi vida lo que he querido ser es modelo. Lo que he querido es tener primer plano y no tener que decir nada. Así que si ella ahora quiere hablar por mí, pues yo también estaría encantado. Pero creo que no es tan fácil.
- ¿Te has ido domesticando con los años?
- No, para nada. ¡Cómo me voy a domesticar! Yo soy indomesticable. Pregúntale a Rubén.
- Hablabas de Mira quién salta, pero también fuiste jurado de aquel polémico Más que baile...
- No sé si en la nueva Mediaset podamos hablar de esas personas que has nombrado. No lo tengo tan claro. Estoy muy recién llegado (risas). Recuerdo que cuando hice mi diez fue un momento histórico. Ya existía Twitter.
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Nos hemos vuelto todos muy reacios a esa espontaneidad y a esa sensación de libertad que significa 'Crónicas Marcianas'.
- ¿Hubo mal rollo?
- Nunca jamás. Edurne es una señora. Belén, también.
- Acaban de anunciar una serie sobre Yurena con Nacho Vigalondo y Los Javis...
- Yo la he querido muchísimo. Me encantaba cuando apareció por primera vez en nuestras vidas. Fue una gran revolución. Siempre tengo ese recuerdo. También recuerdo que cuando ella estuvo en Hotel Glam, después vino a Crónicas Marcianas y se enfureció con algo que le dijo Coto de tal manera que con una uña hizo un hueco en la mesa. El poder de Tamara es muy grande. Espero que todas esas cosas se recuperen.
- ¿Cómo analizarías tú el personaje?
- Prefiero que lo hagan los Javis, que lo van a decir increíblemente bien. Además corresponde mucho con esa sabiduría tan extraordinaria que ellos tienen sobre la televisión de esa época.
- ¿Cómo viste el regreso de Crónicas Marcianas?
- Me sorprendió muchísimo la aceptación de acogida que tuvo por el público. Sinceramente, me sorprendió enormemente porque en el fondo me hizo ver que el afecto que conseguimos con nuestro público sigue intacto. Eso me emocionó muchísimo. Es algo así como lo que me pasa en mi casa. Rubén y yo nos seguimos queriendo igual que hace 32 años.
- ¿Se podría repetir un programa así en la televisión de 2024?
- No somos iguales. No somos los mismos. Pero es verdad que antes del reencuentro sí que yo era bastante reacio a reunirnos porque encontraba que era como mucho más mítico el mantener el recuerdo de eso que fuimos, antes que insistir en recuperarnos a nosotros mismos porque sé que es imposible. Pero, después del éxito, del encuentro y de esa acogida del público, me di cuenta que la perspectiva es otra. Ahora probablemente somos realmente una bocanada de aire fresco muy necesaria porque probablemente nos hemos vuelto todos muy reacios a esa espontaneidad y a esa sensación de libertad que significa Crónicas Marcianas.
- ¿Te gustaría hacer algo como presentador en Telecinco?
- No lo sé. Me imagino que a esta altura es una cuestión más bien que viene sola. Me gusta mucho que es un momento ahora en el que realmente yo puedo escoger y puedo hacer muchas cosas. De hecho, estoy involucrado en varios proyectos para varios tipos de programas como guionista y también probablemente como presentador o como comunicador. Entonces pienso que yo ahora puedo decidir un poquito más. Si ellos consideran en un momento determinado que pueda hacer algo más, estaré interesado en hacerlo.
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Jamás he abandonado mi vida social porque mi vida social me da una disciplina extraordinaria para saber enfrentar el resto de las cosas
- Tu compañera Valeria Maza nos contaba que, al llegar a los 50, reflexionó sobre lo que quería hacer en la siguiente etapa de su vida. ¿Tú has pensado igual?
- En mi caso llegando a los 60 dices: 'Por lo menos tengo algo bueno que contar'. Hubiera sido terrible no haber tenido nada que contar a esta edad. No sé si me planteo o no. Fíjate que hace poco estaba en el lugar de enfrente. Y la decisión es porque terminó un proyecto y apareció otro.
- Nunca tuviste contrato de cadena, ¿verdad?
- No, no tenía contrato de cadena. Ahora mismo no es plan. Hace años, quizá lo hubiera hecho. Pero ahora creo que es importante ser libre.
- Tu compañero y amigo, Jesús Vázquez, dice que tiene claro que quiere retirarse en unos años para así poder viajar y disfrutar de la vida...
- Yo todavía puedo simultanear ambas cosas porque creo que tengo capacidad para eso. Tengo mucha capacidad de trabajo y también tengo muchísima capacidad de relax. Así he llevado yo mi vida todo el tiempo. Yo jamás he abandonado mi vida social porque mi vida social me da una disciplina extraordinaria para saber enfrentar el resto de las cosas.