Habitualmente, El Desafío comienza sus entregas con una prueba que se desarrolla en las alturas, y que pone a prueba el vértigo de sus participantes. No ha sido el caso de este viernes, en el que el primero de los retos ha tenido como protagonista la música. Con la participación de la Film Symphony Orchestra, Chenoa debía tocar dos temas: Bajo el mar de La Sirenita y Cantina Band de Stars Wars. El instrumento que tenía entre manos no era nada sencillo: un ‘Steel drum’, una batería metálica, que aprendió a defender, como es habitual, en una sola semana, y no salió mal parada de la jugada.
Habitualmente, el programa recibe un invitado que colabora con otro de los participantes en alguna de las pruebas; en el presente curso, por ejemplo, vimos a Alaska acompañando a Mario Vaquerizo, y a Florentino Fernández haciendo lo propio con Pepe Navarro. En esta ocasión, sin embargo, el invitado fue Alberto Chicote y acudió a lucirse en solitario.
El conocido chef fue al programa a hacer lo que mejor sabe: cocinar. Pero de una forma de lo más particular. Colocaron un pollo atado de un palo sobre una batería musical, y Chicote tocó la Marcha Imperial de Star Wars acompañada de la mencionada Film Symphony Orchestra. “Me dijeron el reto es tocar la batería con una orquesta sinfónica y encima el temazo que nos toca”, contaba el cocinero y conductor de televisión, que se reconoce fan de la saga de La Guerra de las Galaxias.
“Lo vamos a complicar...” introducía Roberto Leal, mientras Chicote se colocaba un casco “de Dark Vader”, que le protegía el rostro. Tras emular los sonidos del villano, Alberto bromeaba conque si se le empañaría el casco por el vaho de la boca. “No puedo asar un pollo con unas baquetas normales”, se quejaba entonces Alberto Chicote, que, de esta forma, tocó la batería con unas baquetas prendidas en fuego, que dejaban una espectacular imagen durante la percusión.
Tras ejecutar el tema, para terminar la broma, un camarero descolgó el pollo y lo emplató. “Así no te lo comerías”, bromeaba el chef al ver el pollo, que, evidentemente, solo se había churruscado ligeramente. “Es el mejor pollo a la batería que vais a ver este año”, aseguraba también. Y antes de escuchar las valoraciones del jurado, preguntó si tenía “flequillo todavía” o si se le había quemado con el fuego.