Una noche más, varios solteros han querido darse una oportunidad en el amor en First Dates. Entre las citas de este miércoles 28 de febrero, hubo una que sorprendió por su inesperado giro. Fue el caso de la cena entre Manuel y Eros. Lo que parecía una sensual y entrañable historia de amor en la edad dorada terminó siendo una inesperada decepción romántica.
Manuel es un pintor jubilado de 61 años procedente de Málaga que llegaba al programa presentado por Carlos Sobera con “la autoestima baja”. El andaluz confesaba que no se veía atractivo como para gustar a otro hombre. “He sido muy guapo de joven, pero ahora me veo delgado... Ya son 61 años, me veo más viejo”, admitía. El formato de Cuatro le propuso de cita a un varón de su misma edad.
Entraba en escena Eros, un florista venezolano de 61 años. “Me defino como una persona jovial, intelectual, interesante. Dedicado a lo que hago” compartía, con un tono muy diferente al de Manuel. El malagueño se mostraba interesado por el venezolano. Justo por ello, afloraron sus inseguridades. “Me da miedo que me rechace por ser muy bajo. Al ser él muy alto”, confesaba al equipo del programa.
Realmente, los dos eran perfiles opuestos. Uno era más casero, mientras que otro prefería pasar más tiempo en la calle. A pesar de ello, ambos solteros parecían encontrar un punto en común. Poco a poco, la cena fue animándose, llegando a bailar en el momento de los postres. Es más, en ese momento, el florista no dudó en besar a su cita. En momento de fogosidad, el venezolano le preguntó al malagueño si le apetecía otra cita.
Todo parecía fluir, hasta el punto de que los besos comenzaron a subir de tono y todo parecía indicar que la cita iba a llegar a buen puerto. Ambos residen justo en Málaga, lo que invitaba justo a otro encuentro. Sin embargo, ya en los comentarios a cámara, el florista revelaba que, a pesar de decirle a su cita que besaba “rico”, no sentía esa chispa que buscaba en una cita.
De ahí, la sorpresa que se llevaba Manuel en el momento de la decisión final. Eros revelaba que no quería otro encuentro con el pintor jubilado, dejando perplejo al sexagenario. “Ha sido genial, pero no tendría una segunda cita. De repente, no llenas las expectativas que busco en alguien. Con mucha pena lo digo, pero de verdad que no tendría otra”, expresaba el florista.
"¿Por qué me has pedido una segunda cita y ahora no?”, le preguntaba el malagueño desconcertado. “Quizá me dejé llevar por alguna afición en común contigo, pero me puse a analizar y dije: 'No es cierto lo que estoy viviendo en este momento'”, argumentaba el venezolano, recalcando que buscaba “ser sincero”. De hecho, el florista fue más hiriente, al revelarle que no le atraía su físico y que buscaba a alguien “más alto y fibrado”, a pesar de haberse besado apasionadamente con el pintor. “Vete a buscar a uno a un gimnasio”, exclamó Manuel. “Nos hemos besado y te ha gustado, yo lo he notado”, agregaba.
Para Manuel, las explicaciones de Eros le sonaban a excusas. “A ver si me entiendes, que yo te lo agradezco, pero es que me has confundido”, replicó el pintor. Esto hizo que el venezolano le pidiese disculpas al malagueño, para después abandonar el dating show.