Malú se da cuenta que todavía quiere a su expareja en ‘First Dates’ y le escribe un mensaje en plena cita
La joven, de 28 años, no tuvo precisamente una gran cena con Fabio, con el que tenía pocas cosas en común.
11 marzo, 2024 23:22Malú, de 28 años, ha acudido este lunes a encontrar en amor en First Dates. Se define como “una Barbie con labios de Bratz”, y presume de que esta parte de su cuerpo es natural, en contra de lo que puedan opinar “las envidiosas”. Monta a caballo, y le gusta hablar con su yegua, algo que no todo el mundo llega a entender.
Ella ha ido al programa dispuesta a agitar el avispero. Tanto es así que en sus manos llevaba un anillo que parecía de compromiso, y la intención era comprobar si su acompañante reaccionaba por este detalle. “Si esto te asusta, no eres para mí”, vaticinaba esta joven, cuya boda de ensueño es en la naturaleza, con caballos, como si fuese de un cuento de hadas.
No llegó, precisamente, un príncipe azul al programa. La cita de Malú era Fabio, de 34 años, quien se siente identificado con Rocky Balboa. “Si sabes lo que vales, ve y busca lo que te mereces”, una frase de este personaje de ficción, es una de sus leyes de vida. En la actualidad está ganando músculo, tanto como para que se tenga que comprar prendas elásticas, porque ya no le entran los brazos.
La prueba del anillo que le había dejado Malú no ha hecho que el fornido Fabio perdiese los papeles, pues este trabajador de la hostelería no tiene miedo al compromiso. Ella, por su parte, trabaja con caballos, y lo compagina con proyectos de moda.
La apariencia física estuvo muy presente en toda la cena. De hecho, Malú, nada más ver a Fabio, pensó que su camisa necesitaría “una tallita o dos más”, por lo apretado que lucía. Y es que, como reconocía, a ella los hombres de gimnasio no suelen encantarle, porque le atrae algo “más rústico” y normal.
El chasco que se estaba llevando Malú era considerable. Tenían algunos puntos en común, pero no le encajaba que a Fabio fuese costalero, y que no soñase con casarse. Él se justificaba por pensar así, “y te lo estoy diciendo yo, que soy cristiano”. Por eso, en plena cita, sacó su móvil y escribió a su expareja por mensajería instantánea. “Estoy comiendo con él, pero pienso en ti”, le diría a esta persona. “He venido a abrirme y conocer una persona que me llamara un poquito la atención y me cambiara los planes. Pero no ha fluido nada, y me he dado cuenta de que estoy enamorada”, diría ante las cámaras del programa, en el confesionario. Como era de esperar, al terminar la cena, no hubo intención de tener una segunda cita.