Los del Río: "Michael Jackson mandó comprar nuestros discos. Estaba loco por versionar la 'Macarena'"
El dúo sevillano estrena este lunes en Movistar Plus+ un documental sobre el fenómeno mundial que supuso su tema 'Macarena'.
18 marzo, 2024 15:14Antonio Romero y Rafael Ruiz, más conocidos como Los del Río, tienen un pequeño truco para pasar desapercibidos. Y es que tal es su fama que no hay día que no salgan a la calle en el que les paren para pedirles una fotografía o un autógrafo. Y no es para menos. ¿Quién no ha cantado o bailado alguna vez su canción Macarena?
El truco es bien sencillo. Estos dos sevillanos de 76 y 77 años despitan a sus fans caminando por separado. Sí, algo tan sencillo. Y es que cuando van juntos son inconfundibles. Cuando van por separado la gente se lo piensa dos veces antes de acercarse.
Ya, lo de saberlos diferenciar, es algo como les pasa a otros dúo como Andy y Lucas o Estopa. ¿Quién es Antonio y quién es Rafael? Antonio es el del pelo blanco. Pero, sobre todo, es el autor de Macarena y alguien tan generoso como para haber querido compartir con su compañero los royalties del tema. También es el que suele llevar la voz cantante, que se suele decir.
Rafael, por su parte, es el moreno. Igual de 'saleroso' y divertido que su compadre. Tanto que el día que les entrevistamos no dudó en poner humor al percance que había tenido esa mañana. Y es que el audífono que le acompaña se había estropeado y le costó participar más en la respuestas.
Pero, aún así, hizo un gran esfuerzo por darle alegría y cosa buena a la entrevista con motivo del estreno este lunes 18 de marzo de Macarena, una serie documental producida por Jordi Évole que reconstruye, explora y celebra la historia del himno de un planeta. ¡Aaaaay!
- ¿Cuántas propuestas como esta de Movistar Plus+ os han hecho en los últimos años?
- Antonio Romero: Por lo menos seis o siete productoras han hablado con nosotros. Y la verdad es que mirando una, mirando otra, y viendo la gente como son nos hemos quedado con la mejor opción y la que más nos apetecía. Estas cosas tienen que llegar y que tú las veas con cariño. Ya no se trata del tema económico sino que te sientas persona. Y en Movistar hemos visto un trato humano.
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Seis o siete productoras han hablado con nosotros. Pero nos hemos quedado con Movistar por el trato humano.
- Pero, además, habéis dejado que hable todo el mundo...
- A.R: Nosotros hemos dejado libre a todo el mundo, que se desahogue todo el mundo porque si estamos en democracia hay que dejar que se hable y después que el resto saque la conclusión de quién tiene o no la razón.
- ¿Os ha gustado el resultado?
- A.R: No solamente nos ha encantado, sino que cuando he visto tantas cosas que cuando me enseñaron el estreno me tuve que levantar emocionado. Se me cayeron unas lágrimas enormes. Que haya tantas contradicciones en unas cosas y que esté ahí Macarena para unir…
- Entiendo que en los últimos años el soufflé de la Macarena había bajado. ¿Notáis ahora que está volviendo a subir?
- A.R: Macarena no para. Non stop. Es que cuando no es por un lado es por otro. Cuando no es por una versión que no hicimos con Michael Jackson, que estaba todo el mundo esperando pero se murió y no pudimos hacerla, es por una con Tygan, que es un rapero que es un fuera de serie. Después nos pusieron a estos chavales de Cuba de Gente de Zona.
- ¿Cómo es eso de Michael Jackson?
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A.R: El representante de Miguel nos dijo que estaba loco por grabar con vosotros. Iba a hacer una versión con nosotros.
R.R:. Él estaba loco con nosotros. Iba a venir a actuar aquí a España y mando a comprar todos los discos de Los del Río. Y en sus shows ponían la Macarena antes de salir al escenario.
Creo que nosotros no hemos ligado nunca, han ligado los demás.
- ¿En qué estáis trabajando ahora?
- A.R: Ahora mismo tenemos como ocho o diez frentes que no podemos comunicar ni decir nada. Estamos ahora presentando una cosa que ya está hecha. De lo que no está hecho y de lo que todavía no tenemos firmado, no podemos decir nada. No te puedes imaginar la de cosas que tenemos en el frente. Pero nosotros siempre hemos sido enormemente modestos y enormemente cuidadosos de donde nos movemos.
- ¿Y en estos últimos años con qué estábais? ¿Habéis buscado una tranquilidad?
- A.R: No, no. A lo mejor hemos sonado menos. Nosotros seguimos teniendo entre 60 u 80 galas, que de eso vivimos. Y ya tenemos el 2025 con 80 galas que estamos estudiando cómo hacerla porque son en Europa y en América. Y eso hay que combinarlo con lo que tenemos en España. Esto es cómo cuándo tú vas a un bar y pides pescado frito y solo te puedes dar un poquito porque lo demás es para la clientela. A nosotros nos han ofrecido 80 galas, pero a nuestra clientela no la podemos abandonar.
- ¿Se ligaba mucho con la Macarena?
- A.R: Se hacen siempre propuestas de muchas cosas, hasta de ligar. Dicen que donde tengas la olla no metas la perola. Y eso lo hemos respetado toda la vida de Dios. Y bueno luego está si te dan la oportunidad. Yo creo que nosotros no hemos ligado nunca, han ligado los demás. Cuando una mujer se cierra en banda ya te puedes tú poner como te pongas, que si te dice que estás equivocado, cambias la conversación.
- Os pilló la fama con la cabeza bien amueblada...
- Afortunadamente nunca. Y desde los quince años estamos actuando en salas de fiestas que ni siquiera teníamos edad para ello. En Sevilla había una sala de fiestas que se llamaba Oasis en el que había un ballet de mujeres y se cambiaban de ropa delante de nosotros. Y nunca se nos fue la olla sobre ese particular. Hemos tenido esa paciencia que el hombre tiene que tener. Y no te digo que hayamos sido los curas de mi pueblo. Hemos sido hombres, pero siempre respetando el trabajo que hemos tenido.
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Hemos tenido la suerte y la habilidad de saber a donde no ir.
- ¿Habéis sentido que ha habido gente que ha querido aprovecharse de vosotros?
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R.R: Sí, nos han llegado a dar talones falsos. Y eso es aprovecharse.
A.R: No decimos nombre de nadie, pero sí. Pero nos han intentado engañar por detrás. Te han dicho una cosa y luego ha sido otra. Pero hemos tenido la suerte y la habilidad de saber a donde no ir porque había un movimiento que no nos gustaba. Y con necesidades de ganar dinero. Pero era más importante saber estar que el dinero que te iban a dar.