España vive un problema crónico con la tasa de desempleo juvenil. En 2023, el país ibérico cerró el año con un paro juvenil del 28,36%, según el INE. 481.500 jóvenes entre 16 y 24 años no logran encontrar un trabajo. España tiene el dudoso honor de liderar el paro juvenil, por delante de Suecia, Portugal, Italia o Grecia, según reflejó Eurostat en sus datos del enero pasado.
España lleva ocupando entre el primer y el segundo puesto de paro juvenil dentro de la UE desde 1986. De ahí, que se convirtiese en uno de los temas a tratar este pasado sábado 30 de marzo en laSexta Xplica. En esta entrega, contaron con varios jóvenes que se apresuraron a denunciar la desigualdad que se vive en la sociedad española. Una de las más beligerantes fue Leticia Vázquez, quien denunciaba que el lugar de nacimiento y la clave social marcan para siempre.
A pesar de ser rebatida por José María Camarero, autor de Crisisfobia. Claves para sobrevivir al apocalipsis económico, quien señalaba que el sistema de becas sí que había ofrecido la oportunidad a jóvenes provenientes de familias de clase media y trabajadora, Vázquez exigía que hubiera becas para que todos los jóvenes estudien, dando igual sus orígenes o que no cumplan requisitos como el aprobar todas las asignaturas.
La coruñesa argumentó que hay otros países, como Alemania, donde los universitarios tienen prácticas remuneradas durante su etapa en la carrera y con las que pueden hacer currículum de cara al futuro. “En España, si tienes suerte de trabajar en lo que estás estudiando, no te pagan. Además, cuando terminas, tienes que hacer becas de prácticas hasta que consideren que tienes la experiencia necesaria”, denunciaba Vázquez.
Sus palabras provocaron, antes, la intervención del economista Javier Díaz-Giménez, quien sí que reconoció que España es “un país desigual”. “Tus genes determina muchas de las cosas que vas a hacer”, dijo, dándole la razón inicialmente a la universitaria. No obstante, sí que consideraba que parte de sus quejas era de una “lógica perversa y falsa”. Es más, Díaz-Giménez cargó duramente contra las palabras tan sentenciadoras de la joven coruñesa.
“Es un negocio protestar y venir a quejarse. Somos tan ricos que somos capaces de permitirnos a una tribu de llorones que se dedican profesionalmente a llorar”, lanzó, provocando la indignación de Vázquez. El profesor en la IESE Business School consideraba que España tiene “un estado de bienestar espectacular” con “la mejor educación, sanidad y ocio de la historia”.
“Parece que [la generación actual de jóvenes] no ven todos esos derechos porque han nacido en un mundo en el que ya está todo integrado”, exclamaba el economista. La coruñesa lanzó por lo bajini que estaba esperando que le llegase la nómina del mes para “llorar”, en un claro tono irónico.
Ambos se enzarzaron en un enganchón verbal. “Estamos hablando de desigualdades que son sistemáticas. Está estudiado que la renta de los padres influye en las rentas de sus hijos”, justificaba la joven, con un tono determinista, denunciando que la educación, ni siquiera la pública, era gratuita en España. “Hay que pagar las tasas y las becas no llegan a todo el mundo”, expresó. Díaz-Giménez terminó cansándose del argumentario de la joven.
“La educación pública te la está dando el Estado. Pagas una tasa que financia menos del 20% del coste de la educación universitaria. Infórmate”, le espetó el economista. La gallega seguía insistiendo en que la actual generación de jóvenes carece de “oportunidades dignas”. “Hay unos salarios que llegan al salario mínimo interprofesional”, denunció.
Vázquez ignoró todos los argumentos tanto de Díaz-Giménez como de Camarero y continuó con su alegato. “Eso es una vergüenza. No se está valorando la formación que tienen los jóvenes españoles y lo que nos queda es emigrar. Eso es un problema y tenemos que solucionarlo ya”, exclamó.