Este jueves, First Dates acogió una doble cita. Montse, de 69 años, asegura que no ha tenido suerte con los hombres, porque los que encuentra son “muy sosos”. Su sobrina Clara, de 21 años, le animó a ir a First Dates a buscar el amor, porque, asegura, en el programa sale “gente interesante”. Montse aceptó, pero si Clara le acompañaba, y así, las dos cenaron con dos solteros para ver si surgía la chispa.

A Clara, en concreto, le daba igual cenar con un chico que con una chica. “Con chicas tengo menos experiencia, es algo más casual”, le explicaba a Carlos Sobera en la barra de la entrada del restaurante. En concreto, detalló ante las cámaras que con mujeres solo ha hecho “un trío, que se repitió dos veces, liarme, y poco más”. Su expectativa en el programa de Cuatro era encontrar alguien con conversación amena, que nos divirtamos y que sea inteligente.

Para ella, el programa eligió a Pablo, de 28 años, un sevillano que se dedica a la dirección de arte. Cuando entró con su chaquetón con estampado de leopardo comenzó a sonar la banda sonora de Jesucristo Superstar, y por una razón. “Llevo el pelo largo desde hace un montón de años, de hecho desde bachillerato. Y desde ese momento, incluso un poquito antes, como también me dejaba la barba, me comparan con Jesucristo, en historia real”, aseguraba en la zona del confesionario. “Te quiero decir hay gente que se ha hecho fotos conmigo”, añadía al respecto.

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Al saludar a Carlos Sobera, el presentador vasco alabó su imagen, pues tras el chaquetón de leopardo había una camisa con motivos asiáticos. “Representa un poco mi estética, el rollo que llevo”, afirmaba el soltero, que no se encontró de primeras con Clara, sino con su tía Montse. “Trato de ser una persona abierta y respetuosa”, contaba ante las cámaras, al creer que su cita tendría mucha más edad que él.

Tras pasar a la mesa con Clara, la pareja vivió una velada en la que descubrieron que tenían muchos puntos en común. Por eso, los dos estuvieron de acuerdo en volver a verse, porque se lo habían pasado muy bien. Y la suerte en el amor también estuvo del lado de Montse, que cenó con Josep, y con el que también hubo química suficiente como para querer seguir conociéndose fuera del restaurante de First Dates.