Kira Miró desvela en 'El Hormiguero' las dos veces que pensó que iba a morir: “Me despedí de todo el mundo”
La actriz canaria acudió al programa junto a Esmeralda Pimentel para promocionar la nueva serie ‘Perverso’.
10 abril, 2024 22:34Las actrices Kira Miró y Esmeralda Pimentel acudieron este miércoles a El Hormiguero, tomando el testigo de Frank Cuesta, que visitó el formato el día anterior. Ambas participan en la serie Perverso, que se estrena el próximo 19 de abril en la plataforma Prime Video. Mientras que Kira es una vieja conocida del programa, para Esmeralda era la primera vez, y Pablo Motos le dio la bienvenida preguntándole por su experiencia en España, pues es mexicana. “Hasta ahorita todo depende del trabajo, el trabajo es lo que me ha traído hasta aquí y ojalá siga saliendo más”, deseaba la artista.
La serie es un thriller psicológico, y las dos actrices coincidieron en que tiene un factor interesante que engancha, pues nada es lo que parece. “Desde el primer capítulo sabes quién es el asesino”, detallaba Kiró, que consideraba que ese factor no impide que te tires “los ocho capítulos grapada al sofá”.
Kira interpreta a una jueza que entrevista a un psicópata, al que da vida Iván Massagué. La canaria definió a Iván como un “actor maravilloso, majísimo”, pero que aquí hace de alguien “perverso y maquiavélico” que le daba miedo en la vida real. “Para meterse en el personaje hace un rugido, lo oía y yo empezaba a temblar literal, tenía pesadillas y todo”, aseguraba. Sin embargo, cuando cortaban, todo volvía a la normalidad.
[‘El Hormiguero’ se paraliza por culpa de la peineta de una señora del público: “Me han obligado”]
El personaje de Esmeralda Pimentel, por su parte, es una mujer que gestiona patrimonio es capaz de hacer cualquier cosa para conseguir sus objetivos. “Ella es la reina de las mentiras, le gusta adular, tiene una obsesión por tener más y más dinero, y no duda en usar sus encantos para conseguir lo que quiere”, relataba. Además, este personaje tiene una fascinación por la gente violenta. Esto sirvió a las invitadas para hablar sobre si a las mujeres les gustan “los malotes”, y Kira Miró admitió que quizá de joven, pero que a su edad busca gente “tranqui con paz mental y paz en el corazón”. Esmeralda, por su parte, valora más el sentido del humor, y que los hombres sean seguros de sí mismos.
Uno de los momentos más llamativos de la entrevista fue un dato que Pablo Motos ofreció a las invitadas sobre el rodaje de la serie. Tuvieron una escena, durante un día, en una piscina que iba a ser climatizada, pero resultó que el agua estaba fría. Ambas acabaron con los labios morados, pues era invierno en Madrid. “Cuando la producción alquiló ese set acordaron que iba a estar caliente, pero llevaban tres días sin calentarla”, explicaban las actrices. “No fue todo culpa del hotel”, desveló Pablo Motos, que quiso preguntarle al director, presente en el plató. “Tuvieron que apagar la calefacción por el sonido”, deslizaba Motos. “En parte es verdad. Fue por sonido, se oía mucho y se comía los diálogos. Cuando tenían frío se volvió a encender, pero eso no cogió calor nunca más”, reconocía. “Nos dijeron siempre que el hotel había apagado la calefacción. ¡Asesino!”, exclamó Pimentel. Y añadía: “Después de esto no voy a verte igual”. “¡Lo mato!”, decía por su parte Kira Miró.
Pablo Motos quiso cambiar de tema y preguntó a las invitadas por anécdotas en aviones. Así, Esmeralda contó cómo una vez, viajando al lado de un productor, seguridad la llamó y le dijeron: “Es que tu maleta está vibrando. Y necesitamos apagarlo para embarcar. Ya se imaginarán lo que había”, decía con mucho pudor. “El cepillo de dientes eléctrico. Me ha pasado también”, bromeaba una hormiga.
Kira Miró, por su lado, contó que ha tenido “algún que otro susto”, y que hasta dos veces ha estado a punto de matarse. “Una fue despegando, que empezó a oler a quemado. Volvimos a aterrizar, con humo, y lloré, me despedí de todo el mundo. Y otro fue yendo a aterrizar en Madrid, vuelve a coger hacia arriba y pienso: es un secuestro, y es que no podía aterrizar por el viento. Esos segundos son muerte”, confesaba. En ese sentido, Pablo Motos contó cómo él pensó que iba a morir una vez que el avión cogió una bolsa se aire y vio a la azafata y al carrito tocar el techo. “Seguramente vamos a morir, esto es el final”, pensó en ese momento.