David Bustamante saltó a la fama gracias a su participación en la primera edición de Operación Triunfo. Aunque no consiguió hacerse con la victoria, sí que logró llevarse el cariño de los espectadores y una gran carrera musical. Acaba de cumplir 42 años, pero el cántabro sigue aceptando todo tipo de retos para no quedarse en su zona de confort. Ahora le ha llegado la hora de participar en Tu cara me suena.
Durante varios años, el formato había apostado por él, pero el cantante había rechazado su participación por la situación personal y profesional en la que se encontraba. Ahora ha dicho que sí y promete dar mucho juego, muchas risas y mostrar todo su talento.
Además de las clases con las que cuenta para prepararse cada una de las imitaciones, el artista también tiene una profesora particular, su pareja Yana Oliva, que le ayuda con los retos de baile a los que tiene que hacer frente.
- Chenoa comentó en una entrevista que te habías confesado lo nervioso que estabas por el reto.
- Siempre estoy nervioso. Pero es una cosa que me pone, el salir fuera de mi zona de confort, algo que está demostrado a lo largo de mi carrera. En un reto como este se espera que lo haga todo perfecto.
- Cuando sales al escenario, para defenderte, tienes unas armas adquiridas durante toda una vida porque has aprendido a cantar de una manera y borrar eso... Es como volver a empezar y aprender a cantar de otra manera.
- ¿Qué es lo que te gustaría hacer durante el concurso?
- Estoy abierto a todo. A mí me gusta mucho la imitación. Sé modular y poner voces, pero es muy diferente habladas que cantadas. Es un reto muy fuerte para todos.
- ¿Y el inglés qué tal?
- Hablo un poquito, pero tengo muy mal acento y no estudié nunca. He aprendido con mis viajes. Mi hija, que es políglota, me dice: "Papá, es que no se dice así". Y le digo: "Ya, pero es que tú hablas así porque te lo he pagado yo".
- ¿Cómo llevas el tema de la competitividad? Dicen que Raquel Sánchez Silva es muy competitiva.
- Es muy disciplinada. Son mis compañeros, no son mis rivales. Al final, la competencia es con cada uno, e intentamos hacerlo lo mejor posible. Cada uno un papel curioso, cómo para andar fijándonos en los demás... Por mi parte no hay rivalidad. Voy a intentar hacerlo lo mejor posible cada semana.
- ¿Sientes respeto a la hora de imitar?
- Sí, nunca parodio, yo lo hago de la manera más seria posible. Yo respeto. Soy consciente de lo difícil que es subirse a un escenario, escribir un tema, producirlo, sacarlo y plantarte ahí y desnudarte ante el público. Cada uno tiene sus características, nunca lo parodiaría. No soy humorista.
- Manuel Fuentes dice que el programa lleva detrás de ti desde hace años.
- Me siento en un momento en el que tengo muchas ganas de hacer cosas. Estoy en esa época de mi vida de decir a todo que sí y divertirme. Es lo que me toca. Ya me he ganado el respeto, mi carrera y mi sitio dentro de la música y no tengo miedo de nada. Me apetecía hacer otras cosas en los últimos años, pero ahora me apetecía esto. Ya le tenía muchas ganas y venía hablándolo desde hace tiempo. Creo que me ha tocado con los mejores compañeros de viaje posible.
"Chenoa, como hermana mayor, me tira de la oreja si lo hago mal"
- ¿Cómo compaginas las grabaciones del programa con la gira?
- Estoy preparándola, estoy produciendo, estoy grabando y terminando de arreglar las nuevas canciones porque acabo de componer un disco completo. Soy una persona muy activa, me encanta la marcha y hacer cosas.
- ¿Cómo lo haces para pasar de ser David Bustamante al personaje?
- Me pasaba mucho en el musical, porque de jueves a domingo era un personaje y la colocación vocal era muy diferente. Era mucho más lírica, más engolada, más de proyección en el teatro. Cuando tenía que volver a mi voz hablada era traumático. Es bastante difícil. Uno intenta hacerlo de la mejor manera posible y al final se adapta porque tienes muchos kilómetros detrás.
- ¿Crees que va a tener ventaja en el jurado por tener a Chenoa?
- Al contrario. Como hermana mayor, me tira de la oreja si lo hago mal. Tengo el cariño, el respeto y la admiración de ellos. Son compañeros todos y tienen que ser los más justos. Al final también hay un público, ¿no? Son más de 100 personas que nos ven todo el día, que tienen el pulsador y deciden quién ha sido el mejor... Normalmente suelen coincidir.
- ¿Llevas bien las críticas?
- Si no las llevara bien estaría en mi pueblo dedicándome a otra cosa. Soy objetivo y consciente. Hay cosas que me salen mucho peor que otras, pero por la sencilla razón de que hay voces y hay artistas más fáciles y más naturales para mí. La gracia está cuando te quitan todas tus armas y con dos palillos chinos te mandan a la guerra y tienes que rehacer tu voz, no hacer vibratos... esconder lo que has ido construyendo desde pequeño. Tienes que hacerlo desaparecer y que no se note mi color de voz.
- ¿Estás preparado para un cambio de sexo?
- Estoy deseando un cambio de sexo. Me encantaría una folclórica, con un vestido palabra de honor y con estos brazos que me ha dado Dios.
- ¿Qué te ha dicho su entorno?
- Mi familia y amigos están deseando verme en estos berenjenales, se lo pasan muy bien. Tengo un entorno muy sano, muy de verdad. Son muy sinceros. Durante toda mi carrera y mi vida, que creo que por eso tengo esta salud mental, tengo gente que me dice las verdades y que me guía por el buen camino.
"Me encantaría hacer de folclórica, con un vestido palabra de honor y con estos brazos que me ha dado Dios"
- ¿Ensayas delante de Yana?
- Para los bailes, si tengo que hacer algún baile, me coreografía y me hace un gran favor. También para los idiomas, porque habla cinco idiomas. Estoy rodeado de políglotas.
- ¿A quién ves como un rival fuerte?
- Me sorprende muchísimo la gente que no es cantante, hay humoristas y presentadores. No canta mal nadie, es alucinante el casting... Es una tarea difícil. Llegué el primer día y dije: "Bueno... esto es fácil". Pero luego vi que me tenía que poner las pilas o me adelantaban por la derecha.
- ¿Te gusta ver tus actuaciones?
- Nunca. Soy muy exigente conmigo mismo. Si yo me viera en los trabajos, las teles... como soy muy perfeccionista y muy exigente, empezaría a quitar cosas y dejaría de ser yo. Creo que es lo más inteligente y lo más sano, porque la gente me quiere por mi forma de ser, por ser natural, por no pensar las cosas e ir encorsetado. Lo más fácil es hacer las cosas de forma natural y luego desconectar. Me sirve mucho pinchar la burbuja cuando se apagan las luces. Me pongo un chándal y soy el Tintín de San Vicente de la Barquera.
- ¿Cómo te ves en Tu cara me suena?
- Es un programa amable para nosotros. Intentamos hacerlo bien, pero aquí no venimos a examinarnos. Todos estamos aquí por méritos propios y es un poco más tranquilo. Venimos a entretener, a pasarlo bien.
- Continúas, además, con tus compromisos musicales.
- Tenía muchas ganas de sacar mis temas y hacer una producción propia. Son historias que he vivido, que me han contado y que he visto a mi alrededor. Son historias que la gente se siente identificado porque nos ha pasado un poco a todos.
- ¿Has pedido consejo a algún concursante de las ediciones anteriores?
- Sí, a Rosa. La veo todos los días y me advirtió de la paciencia para la caracterización. Para hacer a Manuel Turizo estuve cinco horas y una hora y media para quitármela. También me dijo que me lo pasara bien.
- ¿Te gustaría imitar a David Bisbal?
- Estáis como locos porque me toque. Implosiona el país. Yo a todo sí. También a Chenoa.
- Operación Triunfo está muy presente porque es el plató en el que se grabó la primera edición...
- Cada vez que entro por esa puerta me pongo nervioso, me vienen aromas y muchos recuerdos. Es muy heavy que hasta la habitación donde estoy era donde estaba, el jurado estaba igual. El plató es más pequeño, acordaros de los fosos que había gente de pie y todo. Sobre todo fue en los primeros días. Ahora ya me voy a relajar un poco... Se te pone esa cosa en el estómago y se me seguirá poniendo de por vida.