Este viernes 12 de abril se ha vivido un momento de lo más tenso en Y ahora, Sonsoles. El magacín vespertino ha escuchado el testimonio de Paquita Borrero, una anciana de 75 años que denunciaba que sus tres de sus hijos, Javier, Carlos y Jordi, le habían hecho firmar un poder notarial. Esto le había dejado a sus vástagos la propiedad de su piso, el cual pusieron en alquiler para costear los gastos de su vida en la residencia.
Paquita compartía que estuvo al cuidado de su pareja, pero que ésta murió en agosto de 2018. Tras ser ingresada en el hospital, ella declaraba a Sonsoles Ónega que sus hijos aprovecharon para hacerle firmar ese papel y echarle de su casa para ponerla en alquiler. La mujer ingresó en una residencia para la tercera edad en noviembre de 2019. La mujer lanzaba duras acusaciones a sus vástagos, que no dudaron en ponerse en contacto con el programa de Antena 3.
Al teléfono estaba Javier, aunque éste declaró que los tres hermanos estaban presentes en la conversación. Ya desde el inicio podía intuirse el tono bronco del primogénito de la anciana. Javier denunciaba que su madre “nunca se hizo cargo de sus hijos” y que ésta alquilaba habitaciones a mujeres que ejercían la prostitución. El hombre también señalaba que su progenitora nunca se hizo cargo de ellos y que los abandonó cuando él, el mayor, tenía 14 años, para irse a un prostíbulo.
Duras acusaciones que, aparentemente, provocaron un amago de desmayo en la señora y que obligaron a Ónega a interrumpir la versión de Javier. “Te voy a interrumpir, porque tu madre se está desmayando”, expresó la presentadora, visiblemente preocupada. Sin embargo, Javier no mostraba signos de alarma en el teléfono. Es más, declaró que se trataba de una farsa. “Que no, que no. Que es mentira. Ya la conozco”, expresó el hombre.
La anciana se recuperó rápidamente del aparente amago. En medio de una situación dantesca, Miguel Lago quiso lanzar un tono conciliador. Sin embargo, el primogénito de Paquita se lo impidió. “Para hablar, hay que conocer. Es muy fácil hacer lo que haces tú. Es la segunda que se mete ya. O sea, que se calle”, expresó. Ónega rápidamente señaló que el colaborador no había “dicho nada”.
“Vamos a tener la tarde tranquila”, se limitó a decir Lago. Sin embargo, Javier fue muy tajante en su intervención, mandándolo a callar. “No, tú lo que tienes que hacer es ver, oír y callar, compañero”, expresó, provocando que el humorista se quedase perplejo y el público abuchease la actitud del hombre.
“Oye, oye, Javier. No te confundas. Eso sí que no. Miguel Lago está precisamente aquí para hablar. No te pongas borde, porque no tiene ningún sentido”, le frenó en seco la presentadora. “Bueno, pero que no apostille. Él tiene todo el día para hablar”, exigió el invitado.
La Justicia le dio la razón a Javier
El resto de la intervención fue igual de tensa, dado que pudo comprobarse que las acusaciones de la mujer no habían tenido el apoyo legal. Paquita denunció a sus hijos por ese poder notarial, pero la Justicia le dio la razón a sus vástagos, señalando que la mujer estaba en plenas facultades cuando cedió la propiedad a Javier, Carlos y Jordi. Por otro lado, la anciana atacó también a Valeria Vegas, cuando ésta le hizo ver que su pensión no le permitiría tampoco valerse por sí sola en el piso.
Viendo que ambas partes estaban en un punto de no reconciliación, la periodista dio por zanjado el tema. Javier, a pesar de sus formas, mostró tener buena parte de razón en su versión. Es más, cuando terminó la intervención del invitado, Miguel Lago quiso reconocer el dolor que el varón sentía por lo que había sucedido en el pasado con su madre.
“Esto os pone en una situación complicada a ti y a la dirección, a mí no. Yo puedo sentir que entra un señor a atacarme por mi trabajo y que mi equipo no me apoya, cosa que no ha pasado hoy. A mí no me importa dar un paso atrás y que este señor vocifere. Lo que ha demostrado es que tiene un dolor, un odio y una violencia en la manera de hablar, que te doy las gracias por haberme apoyado y haber calmado la situación”, expresó. Sonsoles le dio las gracias y, rápidamente, continuó con la escaleta programa del magacín.