Este martes, TardeAR adelantaba una exclusiva que afectaba al clan Campos. Y es que Bigote Arrocet había contado en una entrevista, que salía publicada hoy, que María Teresa Campos echó de casa a su nieto José María Almoguera, el hijo de Carmen Borrego del que tanto se habla últimamente. Unas palabras a las que la propia Carmen ha reaccionado en Así es la vida.
“Antes de que hablen mis compañeros, solo voy a contar una cosa. Vergüenza le darías tú a mi madre, no nosotros. Ya pueden contestar”, exponía Borrego, respondiendo unas de las declaraciones del humorista. Sandra Barneda cedía entonces el turno a Alejandra Rubio, que sería la primera en hablar “por rango familiar”.
“Ha sido la entrevista más dura que ha dado”, valoraba la estudiante de interpretación. “A mí no me gusta que hablen de mi abuela, y ellas, que tienen todo el derecho, ver que habla esta persona...” seguía exponiendo Rubio. Y, en referencia a las palabras sobre cómo María Teresa Campos sentiría vergüenza de ver el “fucking show” de su familia, Alejandra sentenció: “Yo sí que no hago fucking show, y el fucking show lo está dando él. Todo había acabado y ahora gracias a ti, Edmundo, otra vez todo esto. Al final siempre hay algo de donde sacar”.
Para Antonio Montero es una entrevista “absolutamente esperada”, y califica de lo que ha dicho de un “daño colateral” de la popularidad de las hijas de María Teresa Campos. “Alrededor de la fama de una persona hay una serie de cosas. Lo hemos visto la vida de la Pantoja, de la Jurado, de los Ostos, de los Pajares. Al final viene la novia del hijo, del amigo, del otro. Yo lo dije aquí el primer día, cuando iba a hablar de José María. Hay que valorar muy bien las consecuencias, porque aquí se va a apuntar hasta la examiga de la novia, que estuvo la amante del otro”.
El periodista siguió hablando de Bigote Arrocet, y de cómo lo que cuenta es “el 10% de lo que tiene”, al igual que el chófer Gustavo Guillermo solo habla una décima parte de lo que podría. “Gustavo ha sido un trabajador”, le aclaraba Sandra Barneda. “Yo no hablo de derechos, sino que cuando tiras de la espita de la granada ya hay que hacer algo con ella”, exponía Antonio Montero, que cree que Gustavo “se podría forrar” por contar las cosas que sabe de la familia Campos.
El discurso del colaborador siguió con una defensa de cómo las historias de la familia Campos interesan al público, pues, de lo contrario, no se hablaría de ellas en la televisión.
“Me parece fenomenal tu discurso, pero para mí es mi vida”, recriminaba Alejandra Rubio. Y Antonio le decía que si estaba en esa silla, trabajando, era por su familia, por hablar de ella. Fue entonces cuando Carmen Borrego brotó en cólera.
“Tú también estás aquí por hablar de mi familia. Vamos a dejar de ser cínicos. Estoy hasta los cojones del discurso del cinismo que tenéis todos”, expresaba, alzando la voz, y dirigiéndose en concreto a Antonio Montero. “Criticáis, pero estáis chupando del bote. Vosotros no pertenecéis a esta familia, y estáis chupando del bote. Eres un cínico”, finalizaba.
Para José Antonio Avilés, si él fuese Carmen, diría que Montero no es buen compañero, porque se dedica a cebar nombres (como el de Gustavo) “para ponerlos en órbita” y que hablen en otro programa en el que también trabaja, TardeAR. Ahí, Sandra Barneda salió en defensa de Antonio, pues cree que él no tiene “potestad” para elegir a quién se entrevista en los programas o en las revistas del corazón.