El artista balear, al que conocimos gracias a Operación Triunfo 2017, acudió al programa a demostrar una habilidad suya hasta ahora desconocida. “Soy Ricky Merino, nací en Palma de Mallorca hace 37 años. Soy un poco mocatriz, hago un poco de todo, pero hoy he venido por un talento oculto que poca gente sabe, ¿sabréis cuál es?”, comenzaba diciendo.
El programa puso las seis opciones que quedaban sobre la mesa: ciclismo artístico, flexibilidad extrema, calistenia, canta copla, corta con cartas y antipodismo o malabares con los pies. Vanessa, una de las dos concursantes de la noche, tuvo clara su apuesta, porque “hay buena espalda”.
De esta manera, apostó por “calistenia”. Y estaba en lo cierto. Así, Ricky Merino demostró que tiene una fuerte musculatura que le permite sostener su peso en el aire, que es la idea principal de esta disciplina. La concursante puso así sumar 500 euros a su bote. Ricky, por su parte, explicó que comenzó a practicar calistenia hace 3 años, y que en la actualidad está "totalmente enganchado".
En esta primera noche, la suerte estuvo del lado de una de las concursantes. Y es que Mireia, la rival de Vanessa, finalmente, finalmente logró volverse a casa con 30.000 euros. Recordemos que la ronda final la juega el concursante que más dinero tiene acumulado y, con ayuda de los dos invitados VIP, tiene que elegir entre apostar todo a uno (o perderlo todo si falla) o repartir el dinero entre los 4 invitados que tiene frente a él. En este caso se conoce cuál es el talento y el participante tiene que decidir cuál de esas personas lo tiene; Mireia apostó todo a uno solo.
Hay que destacar que Adivina qué hago ocupó el lugar de Bailando con las estrellas en el prime time de Telecinco, y su rendimiento ha quedado lejos del concurso de baile. Así, en su primera noche, el formato de Santi Millán se quedaba con un 7,5% de share y 793.000 espectadores. Fue superado por el cine de La 1, y el líder de la franja nocturna fue, de nuevo, La Voz Kids, con un 14,5% y 1.310.000 espectadores.