Hay quien dice que series como El ala oeste de la Casa Blanca o House of Cards han provocado el surgimiento de una clase política que siente cierta atracción por el enredo y la intriga entre pasillos de parlamentos y congresos. Sin duda, esto parece haber sucedido con la carta de Pedro Sánchez. El presidente anunciaba por misiva que se tomaba cinco días de reflexión para decidir sobre su futuro político. Todo esto motivado porque un juez ha abierto diligencias para investigar a su esposa por presunto tráfico de influencias.
Una situación inaudita que ha hecho que sean muchos los que evoquen lo que se está viviendo en la política española con un episodio de House of Cards. Por ejemplo, en la tercera temporada de la versión estadounidense la ficción británica de la BBC de los 90, Frank Underwood estuvo entre las cuerdas por un caso relacionado con el uso de drones militares en Oriente Medio. En medio de una fuerte presión social, judicial, política y mediática, el personaje encarnado por Kevin Spacey sacaba un as de la manga.
Presentándose como “víctima”, buscó una especie de moción de confianza para mantenerse en el poder y así presentarse a las siguientes elecciones. Precisamente, una de las posibilidades de Sánchez para seguir en el puesto es la de presentar una moción de confianza en el Congreso que le refuerce como líder y también a su partido, con las elecciones catalanas en apenas unas semanas y las europeas en dos meses. Pero no es la única trama de la ficción de Netflix que la gente está recordando por la misiva de Sánchez.
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Justo al final de la quinta temporada, la última en la que participó Spacey (dado que su papel en la sexta fue eliminado tras ser acusado de acoso sexual y comportamiento inapropiado). En esta, el duodécimo episodio de la tanda mostraba una situación muy similar a la que se está viviendo con el líder socialista. En este capítulo, Frank Underwood presentaba su dimisión como presidente de los Estados Unidos y cedía su posición a su esposa, Claire, encarnada por Robin Wright.
Originalmente, estaba pensado que el ascenso de Claire Underwood a la presidencia implicase que Frank estuviera aún relacionado con el poder, aunque ésta lo traicionase al final de la tanda, con el ya eslogan de ella como presidenta al decir “mi turno”, rompiendo también la cuarta pared. Sin embargo, los escándalos relacionados con el actor provocaron que tuviera que reescribirse completamente la sexta tanda, matando fuera de cámara a Underwood.
De ahí, que la dimisión de Underwood en la quinta temporada y su discurso recordasen a la misiva que ha compartido Sánchez con la ciudadanía española. “He accedido comparecer a este comité porque soy culpable. Pero ustedes también. Sí. El sistema está corrupto. Pero querían tener a un guardián en la puerta como yo. ¿Y por qué? Porque ustedes saben que haré cualquier cosa que haga falta. Y todos ustedes han disfrutado formando parte de ello y beneficiándose de ello”, decía el personaje de Kevin Spacey en la serie.
“No lo nieguen, les ha encantado. No necesitan que defienda nada; sólo que me ponga de pie, que sea un hombre fuerte, un hombre de acción. Están enganchados a la acción, a los eslóganes; da igual lo que diga. Da igual lo que haga. Siempre y cuando haga algo estarán encantados de acompañarme. Y sinceramente, no les culpo. Con tanta estupidez e indecisión en sus vidas, ¿por qué no un hombre como yo? No me disculpo”, proseguía Underwood en el capítulo.
"Me da igual que me odien o adoren, siempre y cuando gane"
“Al final, me da igual que me odien o adoren, siempre y cuando gane. La balanza está inclinada. Las normas están amañadas. Bienvenidos a la muerte de la era de la razón. Ya no existen el bien y el mal. Eso se acabó. Es sólo cuestión de estar dentro y luego de estar fuera. Así que no seguiré formando parte de esto. No seguiré siendo el objetivo de cualquiera de ustedes. Ya no”, continuaba, mezclando el discurso al pueblo con las clásicas miradas a cámara con las que el personaje rompía la cuarta pared.
“Todos ustedes me llevan utilizando demasiado tiempo. Se acabó la fiesta. Esto se ha terminado. Respeto demasiado este cargo para permitir que esto siga así. Por eso anuncio a este comité y a la nación que mañana a las seis de la tarde dimitiré de mi cargo como presidente de los Estados Unidos. Y estaré encantado de contestar a cualquier pregunta que quieran hacerme (pero me instinto me dice que no será realmente necesario)”, concluía.
Curiosamente, en el episodio siguiente, Claire le pedía a Underwood que no dimitiese. Una situación que está recordando mucho a la que se está viviendo estos días con Sánchez, con miles de simpatizantes agolpados en Ferraz suplicando que Sánchez no dimita, así como figuras del Gobierno que se han sumado a las súplicas públicas.