El regreso de Factor X no está logrando conquistar al público. La tercera gala apenas congregó un 6,6% de cuota y 502.000 espectadores en Telecinco. Eso no quita que el talent show no esté dejando momentos. El jurado compuesto por Abraham Mateo, Lali Espósito, Willy Bárcenas y Vanesa Martín ha mostrado buen entendimiento. En esta pasada noche, la cantante argentina dejó una curiosa anécdota sobre un desagradable momento que vivió con Isabel Pantoja.

Todo surgió cuando el programa recibió en el plató a Fernando Sanz, un tatuador que busca relanzar su carrera musical. Para ello, interpretó uno de los emblemáticos temas de la tonadillera, Hoy quiero confesar. Una canción que provocó que Abraham Mateo rememorase buenos momentos, al desear que su madre disfrutase de se momento. “Es una canción que me cantaba mucho de niño”, compartía.

A pesar de ello, el gaditano le dio un “no” al tatuador, puesto que no encajaba con el perfil de artista que buscaba para su equipo. Fernando tuvo la oportunidad de seguir en el concurso con el “sí” de Lali, Willy Bárcenas y Vanesa Martín. Ahora bien, la cantante argentina compartió una anécdota mucho menos agradable que vivió con la tonadillera. Y es que parece que hubo un malentendido entre las dos.

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“Yo estaba en el Festival de Viña del Mar de jurado. Entonces, me encontraba en la primera fila del lugar e Isabel Pantoja cantaba”, compartía. La artista también revelaba que, en ese certamen, Maluma ejercía de juez y que estaba también en primera fila. Durante la actuación de la tonadillera, el colombiano hizo algunos comentarios a la argentina. Una actitud que no le gustó nada a la cantante de Yo soy esa.

De hecho, Pantoja no dudó en mostrar su enfado y en llamar la atención al jurado. Cuando terminó su actuación, los presentadores y el jurado fueron a hablar con ella. Sin embargo, la artista no dudó en calificar a “todos los de la primera fila” como unos “maleducados”. Lo hizo “en medio del show en vivo”, por lo que todos los presentes presenciaron la reprimenda que hizo a los jueces.

“Yo pensé 'Mi mamá me mata'. Nos cagó a pedos durante cinco minutos a todos los que estábamos ahí”, explicó Espósito. Una llamada de atención que, por otro lado, se tornaba lógica, dado que ver hablando a dos personas durante una actuación en vivo se puede interpretar como una falta de interés por el espectáculo.