Este jueves por la tarde, el dúo Nebulossa, junto a su equipo, pisaba por primera vez el escenario del Malmö Arena para ensayar su propuesta para el próximo Festival de Eurovisión 2024. Mark Dasousa y Mery Bas contaban con media hora para interpretar tantas veces como pudieran su tema Zorra, jugando con la realización y todas las posibilidades que presenta el Festival. La puesta de largo de España será el jueves en semifinales, y luego volveremos a verlos el sábado 11 en la gran final.

Lo que Nebulossa ofreció ayer fue una versión mejorada de lo que ya se pudo ver en el Benidorm Fest, aprovechando los espacios del escenario y todos los elementos que hay sobre el mismo. De nuevo, el grupo estuvo acompañado de Ana Villa a la batería, y Vesar Louzán e Iosu Martínez como bailarines.

Los nervios estaban a flor de piel, y ello llevó a Mery a preguntar si la oían. Más tarde, afirmaban sentirse “muy seguros”, y consideraban que ha funcionado “muy bien” este primer ensayo. Del escenario, apuntaban que “es más grande que el del Benidorm Fest”, y ello provocará que tengan que hacer algunos ajustes en las nuevas dimensiones.

[Nebulossa responde alto y claro a Manu Tenorio y Paloma San Basilio por las críticas recibidas]

Mery Bas comienza la actuación dentro de unos cubos en el escenario, acompañada de sus bailarines. Una suerte de jaula que se abre hacia un cabaret clandestino, que bebe así de lo que ya vimos en el videoclip. Un lugar donde no importan las etiquetas ni las normas sociales.

Nebulossa proyecta lujo en su puesta en escena, con colores dorados, artículos lujosos y formas geométricas que arropan la candidatura. Los cubos, además, sirven para proyectar imágenes, que se complementan con las pantallas. Como en Benidorm, Juan Sebastián e Israel Reyes son los encargados de la escenografía, que continúa teniendo un sillón circular de terciopelo rojo en el centro.

 

Uno de los puntos que resultaban más interesantes era el traje que luciría la vocalista del grupo, que irá vestida del americano Michael Costello, diseñador de Lady Gaga o Jennifer Lopez. Así, ahora sabemos que es un mono negro entallado, que está confeccionado con 63.000 cristales brillantes, y que bebe de la moda de los años 30. En el traje, que otorga a Mery un aire de dominatrix, hay encaje y guipur. Unos guantes de terciopelo hasta el codo y unos botines complementa el look.