Laura Escanes regresó a La Resistencia de David Broncano -no lo hacía desde diciembre de 2022- para promocionar la nueva temporada del pódcast que presenta, Entre el cielo y las nubes. La influencer no se escapó a responder a las clásicas preguntas del programa de Movistar Plus+ pese a que intentó hacerlo hasta en dos ocasiones.
En primer lugar, el presentador que a final del curso saltará a RTVE, quiso saber cuánto dinero tenía en el banco. "¿Cuánto han dicho mis compañeras?", preguntó Laura en alusión a Violeta Mangriñán, quien confesó tener en su cartilla un millón de euros de patrimonio.
"Tiene más", deslizó ella, a lo que Broncano insistió: "¿Vas a optar por no decir lo tuyo pero a rajar de los demás?". Finalmente, la creadora de contenido accedió a dar una cifra aproximada que, efectivamente, era superior a la de su compañera de profesión: "Casi dos millones de euros de patrimonio".
Una vez resuelta la primera cuestión, el showman se interesó por su actividad sexual en los últimos 30 días. "En esa no entro", espetó reacia ella negándose a responder. "Se fo**a menos estando soltero que en pareja", aseguró Escanes, que en ningún momento, por cierto, nombró a su ex, Risto Mejide.
De hecho, Laura confesó lo complicado que es conocer gente al tratarse de un personaje público. "No sé ligar siendo conocida. Vigilo con quién hablo para que no me pillen... No me puedo ir a una terraza porque me hacen una foto con un amigo y ya es mi novio", expresó. "De momento, estoy tranquilita y este mes tendría un tres en total", reveló finalmente.
Durante la entrevista, Escanes y Broncano hablaron sobre operaciones estéticas. "Ya me he hecho alguna cosa, pero tampoco vamos a entrar en detalles", comentó ella desvelando que se operó el pecho y se hizo un "retoquito" de bótox. "¿Tú también, no?", preguntó. "¿Yo bótox? ¿Qué dices?", contestó él indignado.
Fue entonces cuando el presentador de La Resistencia propuso a Laura hacer una prueba para comparar sus rostros. Ambos fruncieron el ceño en un primerísimo primer plano y se constató de que Broncano tenía muchas más arrugas de expresión en la frente que su invitada.