"No han informado oficialmente de que Nemo está muy 'emocionade'. No nos extraña nada". Este fue el comentario por el que Iker Jiménez se puso en el ojo del huracán, horas después de que Nemo Mettler hiciera historia al convertirse en la primera persona de género no binario en ganar Eurovisión. Lo hizo con la canción The Code.
El presentador de Mediaset se ganó una buena avalancha de críticas en redes sociales. La de Angy Fernández fue una de las más sonadas: "Antes te admiraba... antes. Sé que te da igual, pero quería decírtelo. Dejo de seguirte. Espero que tengas un poco más de respeto. Un abrazo". "El rumbo de tu nave ya no tiene mucho misterio", exponía Jordi Cruz, el de Art Attack.
Para hacer frente a los comentarios, Iker Jiménez se grabó un vídeo para dar explicaciones. "Vaya lío se ha montado con mis declaraciones de Eurovisión. Han generado mucha polémica", empieza diciendo que, tras comprobar la repercusión generada, ha decidido que comentará el festival en directo a través de su canal en YouTube, La estirpe de los libres.
"Como estamos en libertad, yo tengo todo el derecho a comentar lo que dije de Eurovisión", alega el presentador de Cuarto Milenio y Horizonte que reconoce después que los acordes de la canción Zorra "no estaban tan mal". "Lo de los tíos sacando el culo, a mí no me llama mucho ni me parece muy bonito", dice en referencia a los bailarines de Nebulossa.
"Pero eso son opiniones, y yo respeto totalmente a aquel que opine que le encanta. Como me deberían respetar a mí", prosigue para quejarse después de que "cierta gente" le acusó de "xenófobo" y "facha". Jiménez califica de "bodrio" y "engendro" la canción ganadora. "Pero por la propia canción, eh", puntualiza.
"Qué cosa más extraña la de Irlanda", critica también en alusión a la actuación de Bambie Thug. "Yo de paganismo sé un poco, ¿eh? La gente se cree que soy muy inculto", dice en respuesta a las críticas sobre este asunto. "Un bodrio medio satánico. Flipé", asegura.
Jiménez, que siguió el certamen junto a su familia, también dice la polémica que giraba en torno a Israel, un aspecto geopolítico que hará que sea un tema de debate en Horizonte esta semana. "Lo podemos comentar en otra clave".
"Y a toda esa gente que se irrita y se pone las manos en la cabeza, algunos me llaman facha y fascista... Que si debe ser ir en contra de tantos antivalores, me parece muy bien que me lo llaméis. No tengo ningún problema", dice. "Yo no me pienso callar, de decir lo que opino porque hay mucha cobardía. Hay mucha gente que se calla por miedo a ser cancelado".