"Me han ofrecido cosas aisladas, pero este ha sido el primer proyecto que iba a sumar en mi experiencia porque es algo diferente". Estas son las palabras de una María Patiño muy zen al otro lado del teléfono días antes del estreno de Ni que fuéramos [Telecinco obligó a cambiar el nombre a menos de 24 horas del estreno], el nuevo proyecto de los creadores de Sálvame justo un año después de que se filtrara su cancelación en Telecinco.
"Si me quedo anclada en el resentimiento, la que salgo perdiendo soy yo", dice la periodista que ejercerá de presentadora en esta tertulia al más puro estilo del mundo del streaming. Patiño no tiene sed de venganza hacia Mediaset. "A mí es que Telecinco me ha dado muchas cosas", asegura.
La periodista, que viene de dos meses de desconexión, advierte que "queda mucho que contar" del caso Daniel Sancho y de la detención de Antonio Tejado. ¿Hablará de política Ni que fuéramos? "Me niego, el nivel de agresividad que veo me asfixia", sostiene dejando claro que "no quiero que nadie decida quiénes son mis enemigos".
- ¿Cómo estás? ¿Nerviosa ante el estreno?
- Va por días. Ahora estoy tranquila, pero ayer estaba atacada. Me imagino que cuando empecemos me relajaré. Pero relajada nunca estoy.
- El 'universo Sálvame' aterriza en un ecosistema en el que no existen audiencias al día siguiente. ¿Se te hace raro?
- No lo he pensado. Un dato bueno ampararía que el programa está bien. Al no saberse el dato, todo dependerá de la crítica aunque claro, según el medio (risas).
- ¿Qué María Patiño van a ver quienes se pasen por Canal Quickie?
- Mi método de trabajo es el mismo de toda la vida, desde las agencias a los programas. Seré la conductora, aunque yo ya compatilizaba mi labor de informadora presentando cuando estaba en Sálvame diario. Como todos los programas, este irá creciendo a medida que vaya pasando el tiempo.
- ¿Qué has hecho todo este tiempo? ¿Has desconectado?
- Durante dos meses desconecté porque me lo merecía y lo necesitaba. No era una cuestión de animadversión o de estar peleada con el mundo. Quise cuidarme, que hacía mucho tiempo que no lo hacía. A mí y a mi gente, que la tenía abandonada.
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"Telecinco me ha dado muchas cosas. Cuando me fui de Antena 3, seguí viendo Antena 3, y ahora igual"
- ¿Has tenido el cuerpo de ver Telecinco?
- Sí. A mí es que Telecinco me ha dado muchas cosas. Cuando me fui de Antena 3, seguí viendo Antena 3, y ahora igual. Pero hablo por mí, porque cada uno habrá digerido la situación a su manera. Ademas, quien toma la decisión no son ni los presentadores ni los programas. Mi cabeza ya está en este proyecto y con la intención de estar a la altura.
- A lo mejor es que has sabido resetearte mejor.
- Es que forma parte de mi personalidad. Soy demasiado autoexigente y si me quedo anclada en el resentimiento, la que salgo perdiendo soy yo. No tengo necesidad de pasar factura a nadie. ¿Que las cosas se podían haber hecho mejor? Obvio ¿Que me hubiese gustado que el equipo hubiese sufrido menos? También. Pero una vez pasado el tiempo, ¿cuál es la otra opción? ¿Echar un pulso con quién y con qué? Tengo la suerte que han querido contar conmigo para este proyecto y ni me lo pensé, no sé si estoy loca, pero fue así.
- ¿Se ha de preocupar Telecinco por lo que podáis decir? ¿Existe alguna línea roja?
- Si esto se convierte en una situación para pasar factura a Telecinco, entonces no sería un programa. Y esto lo va a ser. El hecho de que compañeros hayan dado su forma de pensar ante esta situación es completamente aislado a lo que es un programa de televisión. Me llama la atención que un programa de radio nos daba caña todos los días y nunca se ha planteado si estaba destinado para hundirnos. La línea de medirnos a nosotros es diferente.
- ¿Por qué crees que existe ese estigma a todo lo relacionado a Sálvame y que no se reconozca lo que hizo por el lenguaje audiovisual?
- Yo no pienso así. Sé que en los medios ha habido esa tendencia desde el principio, pero esto no podría haber surgido si no tuviésemos el apoyo del público que es quien manda. Ese estigma no es a nosotros. A quien se insulta es a ese público, y a mí me parece de un atrevimiento y una ignorancia que me llama mucho la atención. No me considero una persona señalada ni marcada. Al revés. Me considero una persona respetada y sabiendo que hay gente a quien le gusto más, y otra que le gusto menos.
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"No me ha dado rabia no hablar del caso Daniel Sancho y de la detención de Antonio Tejado porque queda mucho que contar"
- ¿Te ha dado rabia no contar en televisión el caso de Daniel Sancho o la detención de Antonio Tejado por el robo en casa de María del Monte?
- No me ha dado rabia porque queda mucho que contar. Son pedazos de noticias que me provocaron mucho interés. En cuanto a Tejado, tuve la suerte de enterarme justo al día siguiente a las nueve de la mañana, cuando tardó en salir a la luz tres días. Y lo de Rodolfo Sancho, date cuenta que mientras todos los medios decían que estaba en Tailandia, le tenía a mi lado en Fuerteventura. Cuando sabes cosas y no tienes una plataforma te sientes como impotente, pero lo he vivido más desde la curiosidad que desde la rabia. Los casos no están cerrados.
- ¿Te sorprendió lo de Antonio Tejado?
- Wow, me impactó. ¿Sorprendida? Conozco bastante los círculos en los que se movía últimamente Antonio, con el que he tenido una relación bastante estrecha como con la familia de María, y quedaría prepotente por mi parte decir que me lo esperaba, pero analizando todo y desde la serenidad, una cosa así así sí que podría haber pasado.
- ¿Qué crees que pasará finalmente?
- No tengo tan claro que vaya a salir condenado. Vamos a ver.
- ¿Te has intercambiado mensajes con Jorge Javier?
- Hemos hablado, hemos quedado...
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"No puedo soportar a las personas que se quedan ancladas en la crispación. No lo aguanto"
- ¿Y qué te dice?
- Que lo disfrute. Es lo único que te puede decir realmente un amigo y, además un buen consejo, porque como cualquier cosa que inicies te empiece a crear angustia y estés más pendiente de lo que dicen de lo que tú dices, mal voy. Jorge me pregunta por cómo estoy, vaya, lo que hace un colega.
- ¿Echas de menos algún compañero en esta nueva aventura?
- Sí. Todos me han aportado de alguna manera porque he trabajado con todos. Estoy convencida de que esto irá tomando forma y que se irá incorporando gente que no es del universo Sálvame. Estoy muy mal acostumbrada porque siempre he estado en programas muy longevos y uno tiene que ir cerrando etapas, y a mí me gusta hacer cosas distintas con gente diferente.
- Te veo muy zen, María. No tienes en absoluto un aire de venganza que sí tienen Kiko Matamoros o Víctor Sandoval.
- Me ha venido... iba a decir una palabrota... este tiempo porque estaba demasiado acelarada y cansada. No puedo soportar a las personas que se quedan ancladas en la crispación. No lo aguanto. Cuando lo veo es un espejo que no me quiero reflejar. He luchado contra eso, y me ha venido bien porque me siento como si empezara de cero.
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"Me niego a hablar de política en 'Ni que fuéramos' porque el nivel de agresividad que veo me asfixia"
- ¿Se va a hablar de política en Ni que fuéramos Sálvame?
- Estoy convencida de que no, y me niego, porque el nivel de agresividad que veo me asfixia. El hecho de estar aquí no quiero que nadie decida quiénes son mis enemigos ni en política ni en corazón ni en los medios. No me da la gana que nadie me maneje en ese sentido.
- La última, María. ¿Crees que la televisión es ahora más aburrida?
- Decir eso sería ofender a los que están trabajando porque hacer un programa diario no es nada fácil. Es más conservadora. Se arriesga menos. Este programa es un riesgo, y la vida debería ser un riesgo.