La noche en MasterChef ha arrancado fuerte este lunes. Los aspirantes que todavía quedan en la competición se enfrentaron a una caja misteriosa, que una vez descubierta tenía 9 recipientes. La primera prueba consistía en hacer 9 aperitivos, y tenían que ser en adobo, marinados o curados. El mejor de la prueba ganaría el delantal dorado, que garantiza la continuidad en el programa, y además, un viaje para dos personas a Madeira.

Cada concursante debía hacer la compra para un compañero concreto. Y ahí hubo todo tipo de estrategias: algunos eligieron productos que gustarían al de al lado, pero otros eligieron los alimentos con cierta maldad. Además, Pepe Rodríguez hizo una cesta para Jordi, para que el juez y presentador cocinase.

Esta primera prueba contó con la presencia de Juanma Castaño, ganador de MasterChef Celebrity. “Siempre que vengo es más relajado todo”, recordaba sobre su experiencia en las cocinas. Además, resultó que era la primera vez que acudía al programa sin Miki Nadal, con quien empató en la final.

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Sin embargo, hubo un giro a la estrategia. Finalmente, cada cual cocinaría con la cesta que había elaborado. Algo que fue muy bien recibido por algunos, y mal por aquellos que habían sido más estrategas. Como Samya, que lamentó haber elegido la oreja de cerdo como uno de los ingredientes. No quedaba ahí la cosa: además cocinarían con alguno de sus seres queridos: novios, maridos, abuelos, hijos.

"No lo he visto venir"

Así, Pepe Rodríguez tuvo que ponerse la chaquetilla para cocinar con la cesta que él eligió para Jordi. Y además, contó con una sorpresa: estaba allí Jesús, el segundo de sus tres hijos. “¡Qué mono!”, exclamaban los participantes al verle. “No lo he visto venir”, admitía el chef, que se sorprendió mucho con la visita. “Este programa es puñetero, por lo visto solo lo sabía Jordi. Es la magia de Masterchef, siempre te sorprende”, admitía.

Samantha Vallejo-Nágera, Juanma Castaño, Pepe Rodríguez, Jesús Rodríguez y Jordi Cruz en 'MasterChef'.

Aunque Pepe es un as en los fogones, Jesús aseguraba que él prefiere comer. “Hace sus tortillas y sus mejunjes”, decía Rodríguez sobre su hijo. “Hago comida para perros”, bromeaba el joven, que cocinó junto a su padre un tartar, una fritura de bacalao o unas migas, entre otros platos. “Creo que entro en el Boio...” le dijo a Pepe durante el cocinado, contento con su propio trabajo. El chef, además, reveló que cuando cocina en casa Jesús se mete con él. “Siempre hace lo mismo, va a tener que venir Jordi a mi casa a cocinarme”, bromeó Jesús.