Ana Rosa Quintana no ha dudado en responder a los graves ataques recibidos por la secretaria general de Unidas Podemos, Ione Belarra. La exministra de Derechos Sociales y Agenda 2030 acusó a la periodista, así como otros comunicadores como Pablo Motos o Susanna Griso, de mentir y conspirar, así como tildó a Antonio García Ferreras de “corrupto”. La presentadora ha dicho basta, lanzando un contundente editorial en su magacín vespertino.

Nada más comenzar TardeAR este miércoles 22 de mayo, Quintana se ha pronunciado. Tal era la gravedad de los ataques, que la periodista no ha dudado en defender su honorabilidad. “Buenas tardes. Como han podido escuchar, la exministra Ione Belarra se ha llevado la máquina del fango a la sede de la soberanía popular, desde donde nos ha insultado a varios periodistas llamándonos corruptos”, comenzaba comentando.

Quintana ha recordado cómo descalificaciones como “corrupto” no son insultos “si van dirigidas a periodistas”. De esta forma, la comunicadora recordaba cómo el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y todo su entorno se han llegado a molestar si se utilizaba ese calificativo contra Begoña Gómez. Es más, hasta el punto de causar un conflicto diplomático, cuando el argentino Javier Milei llamó de esa forma a la esposa del primer ministro.

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“Posteriormente un diputado del PP ha pedido que el insulto se retirase del acta, pero la presidenta del Congreso ha dicho que sólo se retiran del acta los insultos. Es decir, la palabra "corrupto" no es un insulto si va dirigida a periodistas, pero sí es un insulto cuando va dirigida al entorno del Gobierno”, proseguía en su editorial. La comunicadora recordaba cómo estos calificativos sí que fueron retirados del acto el día anterior, dado que el que lo pidió fue el socialista Patxi López a Francina Armengol.

“Lo hizo señalando que ‘es obligado en la Cámara el decoro porque es la sede de la soberanía nacional. No puede ser que un representante del Congreso vaya en contra de los cimientos de la democracia, que se basa en las instituciones que la representan’. Se ve que para Armengol la prensa no es una institución democrática y asume que haya que "atar en corto" a los periodistas que ejercen la libertad de expresión, citándolos con nombres y apellidos”, continuaba.

Quintana expresaba cómo mientras Belarra despreciaba a los profesionales no afines al Gobierno, “Sánchez guarda silencio, dando pábulo al señalamiento que no quiere para los suyos”. Quintana también ha expresado su apoyo expreso a los otros compañeros atacados. Una vez más, se ha mostrado cómo el compromiso con la libertad de prensa provoca que se mire más allá de la rivalidad de cadenas.

'TardeAR'.

"Nos están acusando"

“Me considero una profesional honesta y ni Ferreras ni Griso ni Motos ni yo lo debemos ser cuando no lo retiran del acta. Decía Umberto Eco que la máquina del fango se pone en marcha cuando ‘para deslegitimar a alguien basta con decir que ha hecho algo para crear una sospecha’. Desde la tribuna del Congreso nos acusan a los periodistas de mentir”, sentenciaba.

La periodista dejó en evidencia los ataques de Belarra narrando las propias contradicciones del propio Ejecutivo. “El Gobierno no miente, sólo cambia de opinión. Belarra reclama una ley de Transparencia que ya existe desde hace 11 años. Precisamente el portal de Transparencia ha amonestado al Gobierno por ocultar datos de interés público. Así que, señorías, saquen del Congreso su máquina del fango y lleven al taller su máquina de transparencia”, concluía duramente.