La gala de Supervivientes: Tierra de nadie de este martes 21 de mayo pasará a la historia del reality. Y en el peor de los sentidos, pues ha sido la entrega más violenta e incómoda que se ha vivido jamás, o al menos, que recuerde el que aquí escribe sin tirar de hemeroteca.
Ángel Cristo partió peras con Aurah Ruiz el pasado domingo en el puente de la confrontación. Se dijeron cosas duras, y cuando acabó el puente de marras, siguieron diciéndose de todo. Mencionando a menores, incluso. A Aurah le parecía normal que su compañero pudiese ver poco tiempo al mes a su hija, y él la llamó indigente mental o basura. “Las mujeres solo sabéis hundir a los hombres”, le llegó a recriminar.
Tras esto, Ángel se cogió las de Villadiego. Se puso a andar por la isla donde se desarrolla el reality. Se saltó los límites perimetrales que les marcan a los concursantes, se plantó en la zona norte, donde el terreno es complicado, hay huecos, barrancos. Su seguridad peligraba. Y también la del equipo que tuvo que ir tras sus pasos para no lamentar males mayores. Los que le conocen dicen que en España habría hecho lo mismo.
La actitud de Ángel tiene consecuencias, según advirtieron. Sin embargo, pasaban los minutos, las horas, y el programa seguía sin soltar prenda sobre qué sucedería con el hermano de Sofía Cristo. Si sería expulsado, le nominarían, o vaya usted a saber qué habían inventado para él.
Eso sí, el tema se cebaba, con cuentagotas. Carlos Sobera hablaba con él en privado, y saltaban chispas. Ángel veía una relación muy concreta en su huida por la isla con el no poder ver a su hijo, pero entre interrupciones del presentador, a la audiencia no terminaba de quedarle claro. El concursante pedía perdón a la organización por su marcha, pero también pedía al presentador que no mintiera. Y sacó a la palestra cómo Arantxa del Sol le agredió sin consecuencia, a pesar de tener testigos.
"Decidiste no denunciar lo que pasó"
Carlos Sobera le confirmó que Arantxa ya no va por Supervivientes ni se le espera, pero para él esa explicación era insuficiente; la presentadora fue expulsada por el público, no por la organización. “Decidiste no denunciar lo que pasó”, justificaba como podía el presentador.
Luego vinieron dimes y diretes entre los supervivientes, aguardando su turno. Y cuando la cosa estaba más caliente, pusieron el foco de Arkano. Pasaban las doce de la noche, y seguíamos sin saber qué carajo iba a pasar con Ángel, que cada vez que hablaba parecía más mosqueado. Eso cuando Carlos Sobera no le dejaba con la palabra en la boca, asegurando que más tarde sí que podría decir todo lo que quisiera.
Recordando el negocio familiar, lo que estábamos viendo era el auténtico circo de Ángel Cristo, con Aurah y Blanca Manchón como vedettes invitadas. A esta última le recordó su paso por Traitors, como si fuese una experta en mentir y traicionar. Ella habla de un empujón, que él asegura que no pasó.
La incomodidad estaba a la orden del día. Arkano, que se quería ir del reality, llegaría a pensar que tampoco estaba tan mal, visto lo visto. Sobera salvaba los muebles como podía, mientras la sombra del machismo merodeaba las conversaciones. “No perdamos el espíritu de Supervivientes”, pedía a los concursantes, para destacar “todo lo bonito del trabajo que estáis realizando”.
"A mí han intentado meterme en la cárcel"
Ángel Cristo volvía a hablar una vez más de una denuncia falsa por violencia machista, del estigma que arrastra, que Blanca mentía al hablar del empujón, o del choque. “Ya está bien de mentiras y de tonterías”, pedía Ángel, que asegura entender a las mujeres “mejor que nadie”. “A mí han intentado meterme en la cárcel”, lamentaba el hijo de Bárbara Rey mezclando su concurso con lo que ha pasado en su vida en España.
Llega el momento de ver cómo encuentran a Ángel. “Me he dejado encontrar”, aseguraba a sus rescatadores, dando a entender que, si hubiera querido, todavía le estarían buscando isla arriba, isla abajo. Sobera recordaba entonces que el programa tiene otros contenidos, como la permanencia de Arkano, o la llegada a España de Javier Ungría, y que como está la cosa, lo mismo pasaba esto a las seis de la noche.
Al más puro estilo de La isla de las tentaciones “hay más imágenes” de cómo fue el rescate de Ángel. Las fuerzas navales de Honduras intervinieron, pero por seguridad no se puede emitir. De hecho, han borrado las que se habían ofrecido como adelanto en las redes sociales. Algo que solo añade más misticismo a toda la novela por capítulos que nos están ofreciendo.
Ángel Cristo pedía la palabra en otra ocasión y decía el discurso manido de si los hombres tienen que pedir perdón por nacer hombres. Carlos Sobera le cortaba, el concursante se enfadaba, pedía que alguien se pusiera en su lugar. “Estamos en una involución”, aseguraba el robinsón. “Supervivientes no es el lugar para decir esto”, decía como podía el vasco.
Aurah nominada y Ángel expusado, como él quería
Finalmente, Carlos Sobera cantaba bingo. A Aurah Ruiz le decía que su comportamiento en el altercado con Ángel le valía una nominación directa en el caso de salvarse el jueves. “Sinceramente, creo que no tiene nada que ver lo que he hecho yo con lo que ha hecho Ángel. Lo acepto, porque lo tengo que aceptar, pero me parece injusto”, aseguraba la participante.
Y ya llegó, por fin, el turno de Ángel. “La organización de Supervivientes ha tomado la determinación de que el concursante ponga fin de forma inmediata a su paso por el concurso”. Pero solo porque se saltó el perímetro de seguridad y la lió parda, no porque se pelease con Aurah, ni con Blanca. “Me parece fantástico, porque es lo que yo quería, marcharme”, sentenciaba. Porque él no tiene la ambición que los demás por el dinero, dice.
Ahora la pregunta está en el aire. ¿Veremos a Ángel Cristo explicarse en España, o se le vetará como a Arantxa del Sol? Y es que su expulsión es únicamente por el tema de la seguridad. En los próximos días lo descubriremos.