Clara Lago estuvo entre los famosos que visitaron el plató de Martínez y Hermanos en su entrega emitida este lunes 27 de mayo. La actriz contó en el espacio de Cuatro que tenía varios momentos 'tierra, trágame' que podría compartir, pero recordó uno que vivió con Penélope Cruz y que definió como uno de "los más impactantes".

Lo primero que desveló la invitada fue que siempre ha sido una gran fan de la actriz y que por ella quiso dedicarse a la interpretación. Su mayor ilusión era participar en el casting de la película de Pedro AlmodóvarVolver. Pasó por tres pruebas durante mes y medio para el papel de la hija de la protagonista.

"Era lo que más podía desear en el mundo. Finalmente, no me lo dan, se lo dan a Yohana Cobo, como todo el mundo sabrá. Y tres días después estoy en el funeral de mi tío abuelo, que había muerto casualmente", explicó la protagonista de Ocho apellidos vascos.

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Para poner en contexto a la audiencia, la entrevistada añadió: "Antes de todas las pruebas de Volver, yo tenía un tío, el hermano de mi madre, que era muy bromista. Me gastó una broma llamando al teléfono fijo de mi casa". En un momento dado, se hizo pasar por Almodóvar y le 'ofreció' un papel para su próxima película.

"A los treinta segundos, me dijo:'¿Pero tu eres gilipollas? ¿Tú te crees que Pedro Almódovar te va a llamar tu casa?", explicó de forma desatando las risas. Así que, este fue el motivo para que la actriz desconfiara sobre el asunto. Pues bien, tiempo después, y en mitad del entierro de su tío abuelo, le pasaron una llamada: "Hola, soy Penélope. Llamo para saber qué tal estás".

"A mí una vez sí, pero dos no... Saco a la chabacana que llevo dentro y empiezo a cagarme en los muertos de Penélope", dijo. Clara atendió la llamada y creyendo que se trataba de otra broma, empezó a decirle cosas como "no me vaciles" o "¿de qué cojones vas?". Sin embargo, Penélope insistía en que era ella.

La musa de Almodóvar acabó pidiéndole a Lola Dueñas, que conocía a Clara porque habían trabajado juntas anteriormente, que se pusiera al teléfono para convencerla de que no se trataba de una broma. Al escuchar su voz, la actriz de Ocho apellidos vascos se dio cuenta de que estaba hablando con la auténtica Penélope Cruz.

"Mátame camión, dejáme tipo folio... Le pedí perdón en todos los idiomas que sé, que realmente son dos... Le pedí perdón todas las veces que pude", remató diciendo la intérprete en Martínez y Hermanos.