"Siempre que vienes a El Hormiguero, esto es más que un programa. Emites felicidad y nos la contagias". Estas fueron las palabras con las que Pablo Motos agradeció a Will Smith, su "hermano", su nueva visita -la novena- al formato de Antena 3, de la que BLUPER fue testigo en primera persona de un programa que llevaba preparándose desde hace tres semanas.

Una amistad que viene de lejos, pues tal y como no se cansa de decir el propio Motos, el actor cambió para siempre la historia de El Hormiguero. En esta ocasión, Will Smith hizo parada en Madrid en su tourné por "ocho países en 14 días" para presentar su nueva película Bad Boys: Ride or Die, que se estrena en cines el 7 de junio.

El Hormiguero volvió a demostrar por qué es el programa más visto de la televisión ofreciendo a Will Smith un despliegue espectacular, y que se ha traducido en un 17,5% de cuota de pantalla y 2.077.000 espectadores de media, según informa Dos30'.

[Will Smith se sincera en ‘El Hormiguero’: “En los últimos años me he visto obligado a aceptar mis defectos”]

Pablo Motos y Will Smith demostraron tener una gran complicidad en 'El Hormiguero'.

Aunque el invitado era una de las estrellas más reconocidas de Hollywood, el programa de 7 y acción siguió el protocolo habitual, citando al público una hora antes en sus instalaciones de la calle Alcalá de Madrid. En un momento dado, una trabajadora de producción pasa lista ayudándose de un megáfono al  centenar de personas que aguardan con nervios a que digan su nombre.

Una vez dentro, en uno de los pasillos contiguos al plató, el equipo facilita a cada persona una botella de agua. A continuación, un profesional advierte en un tono muy serio que el uso de los móviles está completamente prohibido. "No se pueden hacer fotos", advierte. Lo de siempre, vaya. Pasados 20, 30 minutos, el público accede al estudio de forma ordenada, consciente de que va a presenciar una emisión especial. 

Un equipo de 110 personas

Y así fue. Fue un fiestón desde el principio, cuando Miguel Miguel, el animador, da pautas básicas a los novatos. "Es el momento de desnudaros. Va a hacer mucho calor", dice mientras algunos se extrañaban. Cuánta razón. ¡Qué calor! Justo después, turno para presentar a DJ Valdi y a las estrellas, Trancas y Barrancas. Antes de esconderse bajo la mesa, Juan Ibáñez y Damián Moya saludan de forma cariñosa.

Y a partir de aquí, el plató entra en ebullición. Como si se tratara de un mecanismo de un reloj suizo, las 110 personas que conforman el equipo de El Hormiguero se ponen en marcha a las órdenes de Tibu, el regidor.

Will Smith y Pablo Motos, atentos al truco de magia de Luis Piedrahita en 'El Hormiguero'.

Los nervios son visibles. Jorge Salvador aguarda impaciente los instantes previos a que Pablo Motos aparezca para bailar (It Goes Like) Nanana, la canción de la surcoreana Peggy Gou que marca el comienzo de cada entrega esta temporada. Quizás, esa inquietud, provoca que el presentador ande perdido en la coreografía. Pero la salva.

Y tras una breve pausa publicitaria, llega el momento más esperado. Will Smith hace una impresionante entrada al plató, digna de Hollywood, al bordo de un majestuoso Porsche. No hace falta que nadie incite al aplauso. El público se viene arribísima al ver al mismísimo Will Smith. El mismo con el que buena parte de los presentes han crecido viéndole en El Príncipe de Bel-Air, Men in Black y en otras tantas películas.

Susi Caramelo y Gotzon Mantuliz, concursantes de 'El Desafío 5', no se quisieron perder la visita de Will Smith y disfrutaron del programa desde la grada

El buen rollo entre ambos se nota, y Will Smith está en pro del show. Incluso hasta es capaz de hablar en castellano la mayor parte de la entrevista, aunque para las respuestas con mayor profundidad recurre a su idioma natal. Aquí, entran en acción las traductoras Patricia Olangua (de inglés a español) y Amaya Bravo (de español a inglés).

La entrevista da para momentos curiosos. A la hora de hablar sobre las escenas de acción, Will simula pegar un puñetazo a Motos. Es imposible evitar que se venga a la mente la imagen de su bofetada a Chris Rock en los Oscar de 2022.

Una pregunta que no existió -tal vez lo pactaron por no sacar asuntos turbios del pasado-, pero que el propio intérprete respondió entre líneas: "En estos últimos años me he visto obligado a aceptar mis defectos, y a aprender a quererme un poco más como persona imperfecta que soy".

Tras superar el cuestionario, Will Smith se divierte y mucho: alucina con la magia de Luis Piedrahita y con la ciencia de Marron, se queda maravillado con el mecanismo creado por Luke Clifford y se despide con una impresionante secuencia que rinde homenaje a El Héroe del río, al dejar caer una fachada de ocho metros de altura sobre el presentador y el invitado.

Entre el público, por cierto, se cuelan dos rostros muy conocidos: Gotzon Mantuliz y Susi Caramelo, concursantes de la quinta edición de El Desafío. En un abrir y cerrar de ojos, cuando el piloto rojo se apaga, Will Smith se esfuma acompañado del séquito de personas de seguridad que le acompañan rumbo al aeropuerto, a la espera de que acuda por décima vez y se convierta en invitado platino.