La Segunda Guerra Mundial dejó uno de los mayores genocidios perpetrados por la Historia: la Shoá. Término hebreo para referirse al Holocausto. La Alemania nazi asesinó a más de 6 millones de judíos en la Europa continental. Una cifra que asciende a 11 millones de víctimas mortales al incluirse gitanos, minorías étnicas, homosexuales, disidentes sociales y políticos. 9.161 españoles fueron los que fueron internados en campos de concentración, sobreviviendo apenas 3.539.
A un año de cumplirse 80 años de la liberación de los campos, siendo el de Mauthausen-Gusen el que mayor número de presos españoles tuvo, Anatomía de…, el programa de investigación documental presentado por Mamen Mendizábal, ahonda en la historia de Enric Marco. El barcelonés nacido el 12 de abril de 1921 que fingió ser una de las víctimas y testigo de lo sucedido y que, en realidad, fue trabajador voluntario para el régimen nazi que lideró Hitler.
Inicialmente, fue conocido durante la Transición como sindicalista. Bajo el nombre de Enrique Marcos, militó en la CNT (Confederación Nacional del Trabajo), donde llegó a ser nombrado secretario general en 1978. Apenas dos años después, fue expulsado del sindicato anarquista, dado que no fue reelegido en su V Congreso y éste se alineó con quienes impugnaron sus resultados.
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Ya en 1976 fue cuando Marco comenzó a decir que había estado preso en los campos de concentración nazis durante la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, no fue hasta el año 2000 cuando comenzó a acercarse a asociaciones de españoles que habían sobrevivido al Holocausto. En ese momento, Marco señalaba que había sido internado en el campo de concentración de Flossenbürg.
A diferencia de otros campos, como el de Mauthausen, en el de Flossenbürg hubo muy pocos españoles internados y todos habían fallecido en el momento en el que Marco relataba su presunta experiencia. En muy poco tiempo, comenzó a relacionarse con víctimas que habían sobrevivido a la Shoá. En 2001, le fue dada la Cruz de San Jorge del gobierno autonómico de Cataluña.
Su primera versión
Tal era su habilidad para narrar el relato, que en pocos meses se convirtió en secretario de la Asociación Amical de Mauthausen y otros campos, con sede en Barcelona. Esta asociación reúne a los españoles que lograron sobrevivir a los campos de concentración, así como a sus familiares. Tal era su carisma, que terminó siendo nombrado presidente de Amical en 2003.
En este período, además de dar charlas en colegios, la versión que Marco daba era que estuvo exiliado en Francia durante la Segunda Guerra Mundial y que fue detenido y deportado al campo de Flossenbürg en Baviera. El crimen era haber sido colaborador de la Resistencia. El impostor daba presuntos detalles sobre su participación en la Guerra Civil Española, su exilio como republicano, cómo se había unido a la Resistencia y dio supuestos detalles del horror que vivió en Flossenbürg.
Su momento de mayor culmen en su mentira fue en enero de 2005, cuando Marco tomó la palabra en el Congreso dentro de la conmemoración de las víctimas del Holocausto y de los crímenes de lesa humanidad. Un discurso que llegó a emocionar a los presentes y que estuvo lleno de momentos dramáticos. Fue también una prueba piloto a lo que él esperaba como presidente de Amical. Y es que, el 8 de mayo de 2005 se celebraba el 60 aniversario de la liberación de Mauthausen.
Iba a verse con Zapatero
En ese 60 aniversario iba a ser un momento más histórico si cabe, dado que se contaba con la presencia del Presidente del Gobierno. Marco, además, iba a convertirse en la primera víctima española de los campos de concentración en dar un discurso delante de otros supervivientes del genocidio.
Por ello, para el historiador Benito Bermejo era urgente destapar la impostura. Bermejo comenzó a sospechar de él en las pocas ocasiones que tuvo de hablar con Marco cara a cara. Éste rehusaba hablar con él de las experiencias que presuntamente había vivido en Flossenbürg. Esto chocaba con los discursos impactantes en los que daba detalles excesivamente terribles.
Bermejo sospechaba que el relato de Marco tenía demasiadas inconsistencias. La propia Amical descubrió que su nombre no constaba entre los de los españoles que fueron detenidos y deportados en Francia. Fue en ese momento cuando el impostor cambió su versión de los hechos. Ahora ya no era deportado desde Francia, sino desde Alemania, donde se encontraba trabajando.
Impostura revelada
Gracias a una investigación de Bermejo se destapó la verdad. En los archivos del Ministerio de Asuntos Exteriores, se reveló que Marco había sido un trabajador voluntario que fue a Alemania enviado por parte de la dictadura de Franco. Bermejo descubrió un escrito en el que se solicitaba que Marco se alistase en el servicio militar obligatorio en 1943 y otro en el que la respuesta del ministerio revelaba que estaba exento por haber sido enviado al extranjero.
Marco no había huido tras la Guerra Civil, sino que permaneció en territorio español durante el régimen franquista. La carta señala que Marco fue uno de los 20.000 españoles que fueron enviados para trabajar para el III Reich tras un acuerdo alcanzado entre Franco y Hitler en 1941. Con lo cual, Marco era todo lo opuesto que decía ser. Si bien, es cierto que fue detenido en Kiel por repartir propaganda comunista, estuvo sólo tres semanas en la cárcel y fue juzgado, absuelto y devuelto a España.
Bermejo elaboró un informe en abril de 2005 en el que se desmontaba toda su historia. Su mentira provocó que apenas 48 horas antes de la celebración del homenaje de Mauthausen, Marco se viese obligado a renunciar a su participación en las conmemoraciones. El impostor, en calidad de presidente, había llegado a viajar a Austria. Las celebraciones tuvieron lugar sin incidentes y la mentira de Marco no llegó a trascender hasta que éstas terminaron.
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Tras su regreso de Austria, fue obligado a dimitir de su puesto como presidente de Amical. Devolvió también la Cruz de San Jorge al gobierno autonómico de Cataluña. Lejos de encerrarse o llevar un perfil bajo, Marco siguió teniendo apariciones en televisión. Aunque admitía haber mentido sobre su presencia en los campos, seguía justificando los motivos que le habían hecho ser un impostor.
“Mentí porque me escuchaban más y así mi trabajo divulgativo era más eficaz", llegó a declarar. “Nadie puede decir si su sufrimiento era menor que el de los deportados”, agregó. En 2014, Javier Cerca publicó un libro sobre lo sucedido, titulado El impostor, basado en sus conversaciones con Marco.
El 21 de mayo de 2022, Enric Marco Batlle falleció a los 101 años. Al igual que mintió durante 30 años sobre su pasado en Alemania, también se descubrió que consiguió presidir la CNT al afirmar falsamente que era amigo de Buenaventura Durruti.