Este martes, First Dates ha tenido una cita muy especial. Salva, de 74 años, y Francis, de 70, acudían al programa de Cuatro acompañados de sus hijos, José y Lorena, respectivamente. El objetivo: hacer una cita doble, los padres por un lado, y los hijos por el otro.

Entre los comensales más maduros la afinidad estuvo muy pronto encima de la mesa. “A mí, realmente, lo que me gustaría es enamorarme de ti, te lo digo ya de entrada”, llegaba a decir sin tapujos Salva a su acompañante. A ella quizá le parecía demasiado que le dijese cosas así a los dos minutos de conocerla, pero que eran cosas “que a mí me gustan, pero yo que sé”.

Él, que se identificaba como un caballero y un clásico, no paró de hacer cumplidos a Francis. “Yo es que también soy un poco así, que no me creo todo lo que me dicen”, aseguraba ella al respecto. A pesar de esto, Salva no dejaba de atenderle ni un solo momento, aunque no siempre tuvo éxito en su forma de actuar.

Y es que el jubilado acabó derramando la copa de vino, algo que ella atribuía a los nervios. Tras la cena, los dos fueron al reservado, y el programa les hizo una propuesta. Dale a tu cita un beso loco. Pues va a ser que no... ¡Pero bueno, si nos acabamos de conocer!”, exclamaba Francis. A solas, ella decía que había que ir “poco a poco, lo que se hace rápido acaba rápido también”.

No por ello dejó sin besar a su cita: lo hizo, pero le dio el beso en la cara.

En principio tengo buenas vibraciones contigo”, admitía Salva, que sentía haber encontrado una mujer encantadora, con mucho saber estar, y que busca las mismas metas que él. Por eso no dudó en invitarla a cenar. “Me sabe mal”, deslizaba su acompañante, que admitía que le gusta que le inviten, aunque hacía mucho que no salía con hombres. Me gustan los hombres caballerosos”, expresaba en ese sentido.

La decisión final

A la hora de la decisión final, Salva admitía que tenía muchas ganas de verla otra vez para preguntarle que cómo se lo había pasado. La madre de Lorena le contaba que había estado muy a gusto, y él aprovechó para disculparse. “He derramado la botella de vino”, se lamentaba. “Me he extrañado de que no me pase a mí, me alegro de que te haya pasado a ti”, le respondía ella, con humor. Me has puesto nervioso”, se justificaba Salva.

Como era de esperar, los dos quisieron repetir la experiencia. No debemos quitarnos la posibilidad de conocernos un poco más”, aseguraba el padre de José. “Me gustaría seguir hablando y conociéndonos”, añadía ella, antes de salir juntos de la pantalla.