Este martes, 4 de junio, Supervivientes 2024 contó con una de sus dinámicas más esperadas, 'la mesa de las tentaciones'. La premisa era sencilla: los concursantes se enfrentarían a "grandes tentaciones", pensadas especialmente para cada uno, a cambio de hacer "duros sacrificios".
Así lo explicó Laura Madrueño en el Tierra de nadie de esta semana. Marieta Díaz fue la primera en someterse al reto, protagonizando un momento realmente tenso. Y es que la que fue concursante de La isla de las tentaciones ya acudía hecha un manojo de nervios a las negociaciones.
Intuía que esa oferta tenía que ver con uno de sus mayores miedos, cortarse el pelo, y no se equivocaba. "Por ahí van los tiros", aceptaba Madrueño, mientras mostraba a cámara una enorme regla de madera.
Tras realizar sus mediciones, la presentadora comprobó que la melena de Díaz se prolongaba, ni más ni menos, que 85 centímetros. Y es que la joven de 24 años jamás se había hecho este cambio de imagen. En un principio, el programa le ofreció cortarse 15 centímetros para poder ver "un mensaje de su sobrino".
La de Elche se echó a llorar de la emoción y, tras recuperar la compostura, entendió que la clave estaba en negociar con Laura. Aunque eso implicase ir sumando centímetros de corte. Así, a cambio de deshacerse de 30 centímetros de pelo, la conductora del formato en Honduras le propuso hablar por teléfono durante tres minutos con la persona que eligiese.
Parecía que el hambre ganaba en Marieta, por lo que la penúltima oferta la realizó ella misma: 40 centímetros por un perrito caliente, un trocito de tarta de queso y una llamada. Entre lágrimas, le chocó la mano a Laura en señal de cumplimiento del trato.
Sin embargo, Madrueño lanzó una última sugerencia, la más complicada de todas. La comunicadora subió la apuesta hasta los 60 centímetros a cambio de "la recompensa más especial y más deseada" que la chica pudiese imaginar. "Como no me salga novio en tres años... ¡Verás!", sollozaba Díaz, sin perder el humor, cuando Laura estaba a punto de ejecutar el plan.
La cosa quedó en "un buen hot dog y la siguiente sorpresa". Acto seguido, los espectadores de la cadena de Fuencarral pudieron ver a la madre de Marieta llegando a la orilla en barca y cantando Mi niña Lola, la famosa canción de Buika. La 'tentación' venció a la ilicitana, que acabó accediendo y pudo abrazar a su progenitora.