Ángela ya forma parte de la historia de MasterChef. La publicista se ha proclamado ganadora de la duodécima edición del 'talent show' de Televisión Española. Lo ha hecho con un menú que pretendía trasladar a su Valencia natal a todo aquel que lo catase. Objetivo cumplido.
"Es un menú que desarrollé yo, de principio a fin", explica la joven de 29 años, atendiendo a BLUPER, "orgullosa" de su hazaña. La valenciana era la gran apuesta de Jordi Cruz y, lejos de que supusiese presión extra para ella, esto le dio fuerzas para dar lo mejor de sí misma durante los cocinados. Aunque tuviese rifirrafes con el juez catalán en ocasiones.
Esta temporada, Cruz ha recibido ración extra de críticas por su actitud con Tamara, participante que abandonó el concurso de Shine Iberia por salud mental. Se trata de una cuestión que fue señalada hasta por la ministra de Sanidad, Mónica García. Preguntada por este periódico sobre ese momento concreto, Ángela responde que, desde dentro, se vivió de una manera "menos dramática".
- En primer lugar, ¿qué tal? ¿Ha sido difícil guardar el secreto?
- Aliviada por poder contarlo. Al final, no es fácil estar tan contenta y que no se note. Fue uno de los días más felices de mi vida. Tenía claro que no se lo iba a contar a nadie, pero el brillo en los ojos se nota.
- Dejaste boquiabiertos a los jueces con tu prueba final. ¿Cuánto se tarda en elaborar un menú así, desde que lo ideas hasta que logras hacerlo perfecto?
- En las primeras semanas, ya empecé a pensar el concepto del menú. Quería hacer algo especial, con olores y aromas. Lo fui desarrollando poco a poco durante todo el programa, para poner en práctica todo lo aprendido. Te diría que tardé un mes.
- ¿Contaste con ayuda de algún chef de renombre para desarrollar el menú?
- Es un menú que he desarrollado yo de principio a fin, sin ningún tipo de cambio. Todo es tal cual lo pensé e imaginé. Estoy orgullosa de haber hecho ese menú tan complicado yo sola.
- Ni siquiera el corte que te hiciste cocinando te frenó en tu propósito de llevarte la chaquetilla blanca.
- Me llevé media yema. Me di cuenta más tarde de la gravedad, cuando fui al hospital. En el momento, la adrenalina no me dejaba ni sufrir. Bendita adrenalina. Tengo mi dedo intacto, menos mal. Mi padre llorando, mi madre también... Todo el mundo agobiado.
- Dijiste que compartirías el premio con la otra duelista, con María. ¿Ya se ha materializado ese acuerdo al que llegasteis?
- María y yo tenemos muy buena relación. Cuando salimos, sabíamos que eso que dijimos no se iba a quedar solo en televisión. Me haré cargo de la diferencia de su formación en el Basque Culinary Center y estudiaremos juntas. Es mi palabra y siempre la cumplo.
- ¿Hay algún compañero con el que pensabas que no tendrías tanta afinidad al principio y luego te sorprendiera?
- Con David no veía demasiada afinidad, somos personas muy diferentes. Al final, es con la que mejor me lo he pasado, me he reído y ha sido mi gran descubrimiento.
- ¿Has estado atenta de la repercusión que tenía el programa durante sus semanas de emisión? ¿Los datos de audiencia, los comentarios en redes...?
- Soy una persona muy despreocupada de estos temas. Me he centrado en disfrutar de la emisión, de ver los cocinados con mi familia y mis amigos. Voy a mi bola, no he visto nada.
- El abandono de Tamara y la reacción de los jueces, sobre todo, de Jordi Cruz, ha sido la gran polémica de la edición. ¿Cómo lo vivisteis desde dentro?
- Si lo comparamos con cómo se vio desde fuera, no tiene nada que ver lo que vivimos desde dentro. Fue mucho menos dramático para nosotros. Tamara tomó una decisión, se dio cuenta de que no le gustaba el formato, de que no estaba tan a gusto. Lo comunicó y acabamos todos bien, apoyándola en su decisión.
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- Precisamente Jordi Cruz te consideraba su "caballito ganador" desde el principio. ¿Eso te añadía más presión?
- Que pensase eso solo me daba ganas de hacerlo mejor, de demostrarle que valgo para esto. Para mí, ha sido un gran apoyo, me he reído mucho con esa broma del "caballito ganador".
- También te hizo algún que otro comentario que no te sentó bien, como que ibas de sobrada. ¿Llegasteis a hablar de esto fuera de cámaras?
- Cuando nos valoran, es un momento complicado y hay que saber tomarse bien las cosas buenas y las malas. Si todo fuera bueno, el programa no tendría gracia. Son momentos en los que te pones triste un minuto, pero, después, te ríes y lo encajas. No hace falta ni hablarlo.
- ¿Cómo te imaginabas a Jordi Cruz en las distancias cortas? ¿Tenías alguna idea preconcebida sobre él?
- Me ha sorprendido para bien, me lo imaginaba más duro y me ha parecido una persona noble, que dice las cosas con mucho amor.
Si me caía bien, ahora me cae mejor. - ¿Has mirado las redes sociales o las audiencias durante las semanas de emisión del programa?
- Soy una persona muy despreocupada en estos temas. Me he centrado en disfrutar de la emisión, de ver los cocinados con mi familia y mis amigos. Voy a mi bola y no he visto nada.
- ¿Cuáles serán tus siguientes pasos culinarios?
- Ahora estoy centrada en estudiar en el Basque Culinary Center. También he hecho algún cáterin con marcas. Quiero seguir practicando cocina y no olvidarme, seguir por este camino. Haciendo cosas pequeñas hasta que me forme de verdad.
- Si no me equivoco, tu madre se dedica a la hostelería. ¿Tienes en mente lanzarte a abrir un restaurante?
- De lleno, de lleno, no. Me voy a tomar las cosas con calma, porque soy una persona que a veces corre mucho. Es algo que me importa mucho, quiero estudiar y ser una gran chef. Ya, después, abriré mi proyecto o lo que tenga que ser.
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No tendría problema en participar en otro programa si tiene que ver con la cocina. Si no, no me interesa para nada.
- Y, ahora que ya te ha picado el 'gusanillo' televisivo, ¿te embarcarías en otra clase de programa?
- No tendría ningún problema si tiene que ver con cocina, como un 'talent'. Si no tiene que ver con cocina, no me interesa para nada.