100% únicos recibió este lunes, 17 de junio, a Dabiz Muñoz. En el programa de Cuatro, el chef se sometió a las preguntas de un grupo de personas con Trastornos del Espectro Autista (TEA). Una de estas cuestiones dio pie a que el invitado confesase uno de los momentos más embarazosos de su carrera.
Violeta Díaz, joven de 21 años, preguntó lo siguiente: "¿Alguna vez has tenido que cocinar algo para algún evento y, justo cuando lo has ido a servir, se te ha caído al suelo? ¿Y has tenido que improvisar algo?".
Era entonces cuando Muñoz se lanzaba a contar lo que le sucedió en su primera gran experiencia como cocinero fuera de nuestras fronteras: "Sí, me acuerdo una vez, en Singapur. Era el primer viaje que hacíamos fuera de España para cocinar y teníamos que hacer una cena para 250 personas".
"Teníamos que hacer tres platos. Uno de ellos era una especie de bollito, que fermentábamos y luego cocinábamos en el horno", relató el marido de Cristina Pedroche. Al parecer, tras servir el primer plató, "alguien metió esos bollitos en el horno" y se despreocupó por completo de ellos.
"Se olvidó. Cuando fuimos a sacarlos... 300 bollitos que teníamos preparados estaban quemados", lamentó Dabiz. Violeta no daba crédito: "¿Y qué hicisteis?". "Pedir perdón. No pudimos sacar el plato", se limitó a decir el dueño de DiverXo. La chica bromeó, comentado que ella habría propuesto hacer un socorrido "arroz con tomate".
Muñoz aseguró que esto también habría llevado su tiempo: "Tienes que cocer el arroz, hacer la salsa de tomate... En hacer el arroz tardas por lo menos 15 o 20 minutos". En definitiva, para Dabiz y su equipo, fue "un marrón grande", pero lo cierto es que poco más pudieron hacer.
Salió a disculparse
"Tuve que salir, pedir perdón y decir que se nos habían quemado los bollitos. Que tampoco pasa nada", admitió el madrileño, antes de que otra entrevistadora tuviese otra idea: vender los bollitos como una experiencia culinaria "maravillosa", aunque no estuviesen en buen estado.
"Es que estaban muy quemados, ¿eh? Es eso que lo metes en la boca y sabe amargo", contestó, entre risas, Dabiz Muñoz. Y es que, como reveló en otro punto de la charla, el chef es un profesional exigente consigo mismo: "Hay veces que me pongo a pensar en un nuevo restaurante o plato, y puedo estar horas, días y semanas".