Marta Sánchez está viviendo un gran momento profesional. La ocasional colaboradora televisiva actuó anoche en el teatro Albéniz, y hoy visitó El Hormiguero para compartir algunas de las experiencias que vivió. “Lo de ayer es un subidón muy grande, un amor hacia mi espectáculo que no es siempre tan increíble. Y en el Albéniz, es increíble, yo lloré y estoy encantada con el subidón”, expresaba la artista.

Una de las primeras preguntas que lanzó Pablo Motos a su invitada, que ya había estado en otras ocasiones en el formato, era si con el paso del tiempo se emociona más. “Te vuelves más sensibles con los años, o aprecias más las cosas bonitas y que merecen la pena y por eso seleccionas”, reconocía Sánchez, que en poco más de un año hará cuatro décadas sobre el escenario.

Sobre su forma de componer, Marta Sánchez admitió que primero escribe las canciones en inglés “guachi-guachi”, cogiendo frases sueltas de una revista o libro en inglés. “Es una especie de patrón, de idea”, seguía explicando, pues “en inglés las palabras son más cortitas” que en castellano, y que cuando las adapta en español “es más jodido”.

Una de las anécdotas de su vida que Marta Sánchez relató durante su encuentro con Pablo Motos es la vez que conoció, siendo una adolescente, al entonces príncipe Felipe. Fue a instancias de su madre, que les pidió a ella y a su hermana que se lavasen y se vistiesen con rapidez: iban a ir al Consejo Superior de Deportes, donde trabajaba su padre, para entregar unas nuevas camisetas a las infantas y al príncipe.

“Yo tenía un rebote que te mueres, porque no me daba tiempo a rizarme el pelo, odiaba mi pelo, esos rizos imposibles de dominar”, contaba con humor. “Tenía 13 y Felipe igual tenía 12, y yo quería estar guapísima para ver a ese príncipe que teníamos, el príncipe de los cuentos, rubio con ojos azules”, contaba, mientras de fondo se veía la imagen en cuestión.

Años después, Marta se encontró con el actual monarca, en la Copa del Rey, “y después de un cóctel me acerqué y le dije: Majestadd, quiero enseñarle algo muy curioso”, y le mostró la foto. El rey dijo que qué jóvenes estaban, y Marta se alegró de que se fijase más en él mismo que en cómo estaba ella.

Pablo Motos quiso recordar entonces que el rey tuvo un póster de Marta Sánchez cuando prestó el servicio militar. “Me lo han dicho en varias ocasiones, pero no me lo creo”, deslizaba la cantante. Y Pablo le lanzó entonces una pregunta controvertida: “¿Le habrías tirado la caña?”. No, por favor. ¡No me líes! Que soy acostumbrada a dar grandes titulares”, respondía con cierta incomodidad Sánchez.

Su versión del himno de España

Otro de los temas que quiso destacar Pablo Motos es cómo a finales del pasado año cantó su versión del himno de España ante Glenn Close, y a instancia de Barrancas, una de las hormigas del programa. Sucedió en un evento en la Embajada de Estados Unidos de Madrid para celebrar la amistad entre sus dos naciones. Como Juan Ibáñez y Damián Molla eran los presentadores del evento, al acabar todas las actuaciones, le dijeron a la embajadora americana: “El himno de España no es tan bonito como el de Estados Unidos porque no tiene letra, pero una persona especial compuso el himno, y es la mejor voz del país”.

Lo canto con una condición: que nadie grabe. Me prometieron que nadie grababa, no hubo ninguna y quedó muy bonito”, reconocía Marta. Eso permitió a la que fuese vocalista de Olé Olé a reflexionar cómo en Estados Unidos hay un “arraigo por su tierra y su bandera” que no siente en España. “Muchos artistas americanos han cantado el himno sin importar si son republicanos o demócratas, no se debate que la bandera es de los americanos no de los partidos políticos”, opinaba.

El amor de los estadounidenses a su himno es lo que provocó que ella quisiese escribir el de España. “Quise hacer una letra. Mi letra. Que no significa que sea el himno, sino mi himno. Y si os gusta os lo canto cuando queráis. Nuestra bandera no nos puede separar, estamos más divididos que nunca y es muy penoso”, lamentaba la de Soy yo. “Deberíamos estar orgullosos de sentirnos españoles, añadía.