El pregón del Orgullo LGTBIQ+ de Madrid de este año lo darán cuatro jóvenes artistas que se han puesto en el disparadero en el último curso televisivo. Se trata de Juanjo Bona, Martin Urrutia, Chiara Oliver y Violeta Hódar, concursantes de la última edición de Operación Triunfo, que emitió Prime Video.

Todos ellos, junto a Álvaro Mayo, han visibilizado al colectivo en el talent show que presentó Chenoa, y se han convertido en referentes para muchas personas jóvenes, y quizá no tan jóvenes, para vivir su vida y expresarse tal y como deseen. Sin dobles sentidos, ni vergüenza, ni temor, tomándose cada uno su tiempo, eso sí, para quitarse la pátina de pudor que podría suponer enseñarle al mundo tal cual eres en una academia llena de cámaras.

Esto no es nada nuevo en especial. Ya en 2018, los pregoneros del Orgullo madrileño también salieron de Operación Triunfo. En aquel entonces, los elegidos fueron Marina y Agoney, además de Javier Calvo y Javier Ambrossi, Los Javis, sus profesores dentro de la Academia. En aquella edición también hubo más concursantes LGTBIQ+, como Ricky Merino, o Raoul, pero la forma en la que todos se han expresado dentro de la academia con respecto a este año fue diferente.

Y es que la propia historia de Operación Triunfo sirve para analizar cómo la sociedad en España ha cambiado en los últimos 25 años. En las primeras ediciones de OT nadie se salía de lo heteronormativo. O, al menos, en apariencia, porque haber concursantes LGTBIQ+ los había, solo que no se pronunciaban alto y claro sobre su orientación.

Con los años conocimos historias de cantantes que tuvieron pareja femenina, se casaron y luego con los años se enamoraron de un hombre. De otros ha habido rumores, como aquel que aseguraba que Juan Camús se enamoró (o estuvo) con un profesor del concurso. Y de otros ni siquiera se ha hablado nunca de con quién están o dejan de estar.

Y es que así ha sido este país. La orientación y la identidad de género había que callarla y reprimirla. El discurso manido de “a nadie le interesa con quién te acuestas”, pero luego bien que triunfan los programas de corazón que destapan líos de cama. Porque solo no es interesante si eres del colectivo, de lo contrario, lo puedes gritar a los cuatro vientos, y te instan a hacerlo.

En las entrevistas se hacen preguntas comprometidas, y se araña en el pasado para saber quién tuvo un idilio con quién. Porque entre personas heterosexuales sí interesa. Un fenómeno del que no se escapa, por supuesto, Operación Triunfo, del que han corrido ríos de tintas de idilios pretéritos. “Nos liamos todos con todos antes de entrar a currar en la academia”, llegarían a decir los miembros de Fórmula Abierta en cierta ocasión, sobre la primera edición del talent show.

Chipper durante su actuación en la final de 'OT2008'

Israel rompió moldes en ‘OT 3’

El primer valiente en hablar de su condición en Operación Triunfo fue Israel, en la tercera temporada. Comenzó el concurso ya fuera del armario y con el apoyo de su novio, con el que entonces no podía casarse porque en España el matrimonio entre personas del mismo sexo era legal en aquel 2003.

A él le siguió José Antonio, de la edición 2006, pero éste no habló de su sexualidad dentro de la academia, sino en ¿Dónde estás, corazón?. Aunque los colaboradores le preguntaron con ahínco si había más homosexuales en el talent show -porque había rumores por los foros de interner-, él no soltó prenda, con mucha discreción. Él habló de sí mismo, y de nadie más.

Tras él sí entrarían otros concursantes fuera del armario, como Tania G (que se presentó a los cástings con su novia), Chipper (que al ser extranjero se casó con su novio para poder entrar en el concurso), y Ramil, quien también entró a concursar con el anillo de casado. Luego vendría la edición de 2017, la de Agoney y compañía. Y se visibilizó la homosexualidad, la bisexualidad, e incluso la transexualidad, con la historia de Marina y su novio Bastian, hasta llegar a la temporada de este año.

Raoul y Agoney.

La importancia de ser referentes

A esta lista de nombres se pueden sumar muchos más. Solo hay que darse una vuelta por las redes sociales de algunos concursantes de la historia del formato para ver cómo tienen pareja de su mismo sexo, lucen con orgullo la bandera arcoíris en cualquier mes del año y no solo en junio.

Y es que OT ha sido una plataforma para que muchas personas, concursantes y espectadores, vivan su vida como desean, sin caretas. Recordemos cómo durante la gira de OT 2017, al ver a Agoney y Raoul besarse tras el tema Con las manos vacías, muchísimos jóvenes tuvieron el arrojo para contar a sus familiares o amigos que eran homosexuales o bisexuales.

Además, sus artistas demuestran por qué es necesario ser visibles. Sin ir más lejos, hace solo unos días, Agoney subió un vídeo a sus redes sociales mostrando cómo durante un concierto en su tierra le gritaban “maricón”. “Les animo a que si alguna vez les sucede algo así denuncien y alcen la voz”, aconsejó el artista.