Este miércoles, 3 de julio, Movistar Plus+ emitió la última entrega grabada de La Resistencia desde el Teatro Príncipe de Madrid. El 'show' de David Broncano dirá adiós oficialmente de la plataforma de Telefónica este jueves, 4 de julio, antes de dar el salto a Televisión Española el próximo septiembre. 

De alguna forma, la entrega de este miércoles tuvo sabor a despedida. Desde que trascendiera el pasado mes de abril, las alusiones al fichaje de Broncano por la cadena pública han sido continuas. El último programa en el teatro ubicado en la Gran Vía no iba a ser la excepción.

Antes que entrase el invitado, Bryant Myers, Grison lanzaba el siguiente chiste: "¿Has visto que han quitado el IVA del aceite de oliva? Ahora es solo aceite de 'ol". "Buen chiste, ¿eh, Grison?, añadió el presentador jiennense, mientras Castellá comentaba: "Estos chistes en La 1... Ni uno".

"Sí, estos chistes se pueden. Perfectamente", le corrigió el comunicador, en referencia a los temores de los seguidores más acérrimos del formato de El Terrat. A esas dudas sobre si La Resistencia mantendrá la esencia de estos casi 7 años una vez pase a la Corporación. 

Acto seguido, Ricardo realizaba "la última promoción de otro producto de Movistar Plus+", tal y como señaló Broncano. Se trata del documental Perrea, perrea, una serie compuesta de tres episodios que ahondará en la historia del reguetón. Estará disponible desde el 8 de julio. 

Para quien sí era su última aparición en La Resistencia de Movistar era para Jorge Ponce. "Tu último día en Movistar Plus+, ¿eh? 7 años. Nos han tratado bien", reconocía David, que aseguró que "este programa no se podría haber hecho en otro sitio": "No existiría". 

El colaborador bromeó con la posibilidad de llamar al 1004 y hablar de "la portabilidad", como si de dar de baja una línea telefónica se tratase: "Si llamamos al 1004 ahora y nos ofrecen un iPhone, pues igual nos quedamos. ¿Estamos tontos?".

Después, ambos cómicos inauguraron una subasta de "mierdas" acumuladas en el trastero del teatro a lo largo de estos años. El público, desde sus butacas, pudo pujar por objetos como el disfraz de buzón, el futbolín, o la pancarta de "Broncano subnormal".