La Roja y España entera sueña ya con una nueva Eurocopa. La selección española de fútbol ha conseguido llegar a las semifinales, y esta noche se conocerá si pasa o no a la gran final en un partido contra Francia. Un evento deportivo que, de nuevo, emitirá La 1 de TVE (además de RTVE Play) y que promete ser un fenómeno en audiencias, tal como lo fue el partido de cuartos del pasado viernes.

En La 1 habrá un programa previo desde las 19:30 horas, con Marcos López y Paco Caro desde el set de Berlín. Y desde las 20 horas, todo el previo desde el estadio con Juan Carlos Rivero, que se encargará de la narración del partido, y Mario Suárez y Verónica Boquete, que comentarán el encuentro. Tras el partido, se disfrutará de las reacciones y entrevistas con los protagonistas. Y, un día más tarde, y también emitido por RTVE, Países Bajos se medirá a Inglaterra.

El buen juego de las cuatro selecciones les ha llevado a estar en esta fase de la competición. Y eso ha provocado una anécdota de lo más curiosa, que entronca con otra competición internacional, pero en este caso, de música. El Festival de Eurovisión de 1969.

Aquella edición del concurso de la canción se celebraba en España, en concreto, en Madrid, en el Teatro Real. Massiel y su La La La había supuesto la primera victoria española en ese concurso, con un tema que en principio iba a defender Joan Manuel Serrat.

Eurovisión era entonces un Festival que estaba en pañales, solo había surgido 12 años antes. Austria decidió no participar al ser España una dictadura, pero en total hasta 16 delegaciones compitieron por el micrófono de Cristal, y Salvador Dalí diseñó el cartel de la cita. Bernardo Ballester Orrico, por su parte, se hizo cargo de los decorados.

La presentadora de Eurovisión 1969 fue Laura Valenzuela, toda una estrella de nuestra televisión nacional. España estaba representada por Salomé, con el divertido tema Vivo cantando, que defendió con un pesado traje de Pertegaz, con piezas de porcelana azul, y que una vez puesto, más los collares, sumaba más de 14 kilos. Una obra de arte de la que, por desgracia, se conserva poco más que una manga, pero que costó un millón y medio de pesetas de las de entonces.

Salomé en Eurovisión 1969.

El empate

Laura Valenzuela, antes de empezar, preguntó que cómo se actuaba en caso de empate. Y le respondieron que aquello, sencillamente, no iba a pasar. Como si fuese algo matemáticamente imposible. De hecho, Eurovisión consideraba la opción de empatar, pues sus reglamentos hablaba de “la televisión o televisiones ganadoras”.

Y llegó la hora de dar los votos. Entonces no se daban los puntos como ahora: cada país tenía un jurado formado por 10 miembros, y cada uno de los cuales otorgaba un punto a su canción favorita. Así, los 10 puntos podían ir a una sola candidatura, repartirlo entre dos, o lo que correspondiese. Y, finalmente, hubo empate. Algo que provocó que Laura Valenzuela dijese aquello de “tierra, trágame”. Porque no había premios físicos suficientes para los cuatro ganadores.

España ganó por segunda (y última vez, de momento) Eurovisión con Salomé. También ganaron los ingleses con Lulu y la canción Boom Bang-a-Bang, Holanda con Lenny Kuhr con y el tema De troubadour" y Francia con Frida Boccara y Un jour, un enfant. O, lo que es lo mismo, los cuatro países que optan a ganar la Eurocopa de 2024.

Julio Iglesias durante su actuación en el Festival de Eurovisión de 1970 junto al Trío La La La.

Ámsterdam 1970

En la Eurocopa da igual el país que gane, que ya se sabe cuál será la sede de la próxima cita. La de 2028 tendrá a Reino Unido e Irlanda como países anfitriones, tal como se anunció en el cada vez más lejano 2021. Pero Eurovisión tiene otras reglas.

El país ganador tiene el derecho de ser el anfitrión. Y aquel cuádruple empate se desempató a suertes. Como España y Reino Unido ya habían sido país organizador, en la rifa solo entraron Francia y Países Bajos, y fueron los holandeses los que resultaron ganadores. Así, hubo Ámsterdam 1970, una edición en la que España fue representada por Julio Iglesias y su Gwendolyne.