Patricia tiene 45 años, y fue a First Dates a buscar una chica que fuese de su edad (“siempre me entran chicas más jóvenes”, aseguraba), y que fuese femenina. Le gustan las mujeres que se pintan las uñas, o que se pintan los labios. “Para mí es superimportante que sean guapetonas, me gustan con pecho, que tengan culete…”, comentaba en su presentación.
Yolanda, de 52, fue su cita. Una mujer que en el pasado tuvo relaciones con hombres, y que incluso tiene un hijo ya mayor e independiente. Patricia le preguntó por cómo fue su salida del armario, pues a ella le salta “la antenita esta de que ha estado con un hombre y le gustan los hombres”. Y es que a Patricia su exesposa le engañó con un varón.
Patricia, con su discurso, estaba teniendo una actitud de bifobia, esto es, el odio, aversión o discriminación hacia la bisexualidad o las personas bisexuales. Y es que para ella, que a su pareja le puedan gustar también los hombres le supone un problema.
Además, no ayudó que Yolanda le contase que tras un desengaño amoroso con un hombre se planteó que podría ser más feliz junto a una mujer. “El 90% tiraría para chicas”, le confesaba Yolanda. “No me gustan que me vacilen, sí, no, pero ahora sí, pero yo no soy hetero, pero me gusta no sé qué… es que es un poco el rollo que se lleva. Me gusta que tengan clara su orientación sexual”, pedía Patricia, a la que no le gusta la gente que “picotea, picotea”.
A la hora de decidir si tendrían una segunda cita, Yolanda dijo que sí. Pero Patricia respondió que “como pareja no me ha llamado la atención”, aunque dejó la puerta abierta a una amistad. “Yo necesito un magnetismo, no sé si es exigir mucho”, se justificaba ante la negativa de una segunda cita.
Izabela y Daniel
No fue la única cita que se complicó en First Dates por el hecho de que uno de los solteros fuese bisexual. Izabela, de 23, cenó con Daniel, de 25, y en principio, el chico no le entró por el ojo. No tiene un cuerpo musculado como a ella le gustan, aunque sí le agradó su simpatía.
Sin embargo, lo que no terminó de agradarle en absoluto fue que su compañero de mesa se identificase bisexual. Izabela contó cómo tuvo una relación de año y medio con un chico, el cual, la abandonó para irse con otro hombre.
“Tú, ¿cómo te denominas? ¿Bisexual? ¿Heterosexual?”, quería saber sobre Daniel. “Bisexual, yo soy más bisexual, la verdad”, le respondía sin titubeos el joven. Y esto, para ella, suponía un problema, que dejaba una vez más patente la bifobia que todavía existe en la sociedad. “Me ha echado para atrás ese tema. Como ya he tenido una mala experiencia, pues ahora no tengo claro hasta que nivel podría haber esa fidelidad y esos valores”, fue la justificación que dio Izabela.
Por su parte, le aclaró que “es verdad que soy bi, pero yo diría que me atraen más las mujeres, más que los hombres. Eso sí, ya he probado de los dos”.
Finalmente, entre ambos acabó habiendo química y se besaron en el reservado. Daniel dijo que sí tendría una segunda cita con ella, e Izabela también confirmó que desearía volver a verle, para hablar, porque “todavía quedan muchas cosas por aclarar”.