Lo ha anunciado la propia productora de Ana Rosa Quintana en sus redes sociales este lunes. Unicorn Content se ha hecho con los derechos de la novela Mira a esa chica, de Cristina Araújo Gámir, para el desarrollo de una serie de ficción. Esta fue galardonada con el Premio Tusquets 2022.
Creada por Estíbaliz Burgaleta y Begoña Álvarez, se desconoce la cadena para la que será producida. La empresa está participada por Mediaset España, por lo que sus proyectos suelen ir dirigidos a Telecinco o Cuatro, pero también a los canales autonómicos.
Unicorn Content vuelve a apostar por la ficción en vista de los buenos resultados que dio El Marqués a la cadena de Fuencarral. La producción protagonizada por José Pastor y Víctor Clavijo se despidió el pasado miércoles, 26 de junio, como líder de su franja.
El último episodio, según los datos de Kantar Media que recogieron las consultoras de audiencia, consiguió un 12,5% de cuota de pantalla y 1.053.000 espectadores de media. Fue la mejor cifra que marcó la serie, con una subida de casi 200.000 televidentes respecto a la semana anterior.
La ficción basada en el crimen de Los Galindos promedió un gran 11,4% de 'share' en sus seis capítulos. Estos son los números que a buen seguro habrán llevado a los 'unicornios' a asumir la producción de su tercera serie, después de Desaparecidos y El Marqués. En este caso, sobre un tema especialmente sensible: una violación múltiple.
Así es 'Mira a esa chica'
Mira a esa chica pone el foco en la víctima de una violación múltiple. Sus pensamientos, sus sentimientos, sus contradicciones, afloran tras el traumático suceso que le causa graves trastornos psicológicos. La víctima se debate entre el miedo, la vergüenza, la culpa y, en ocasiones, la rabia. Se percibe la presión del entorno social, del grupo de amigos adolescentes, la terrible mirada de los que a veces la juzgan.
Al comienzo de la historia aparece Miriam, la protagonista, sentada en un banco, sola, aturdida, con el móvil roto, y la mirada ausente. Una amiga la acompañará al hospital, y, aunque ella no se plantea denunciar, el protocolo la lleva a hacerlo. La protagonista ha sufrido una violación múltiple durante las fiestas de su barrio.
La autora, Cristina Araújo, explica que "quería reflejar la complejidad de los dilemas y conflictos emocionales que afectan, sobre todo, a la protagonista y a sus compañeros del instituto. Me gusta ese ejercicio de introspección, ponerte en la piel, y describir emociones que a veces no nos atrevemos a reconocer que sentimos. Quiero ofrecer a los lectores esa posibilidad de identificarse con reflexiones o vivencias muy íntimas".