El de este miércoles fue un día triste en Pasapalabra. Vicky del Cerro caía eliminada en la silla azul, la prueba inicial que permite al concursante más débil de la jornada anterior volver a la competición de pleno derecho. El destino quiso que se enfrentase a Javi Cermeño, un auxiliar administrativo que se considera un “friki de las palabras”, y que se lo puso difícil.
Javi compitió por la letra hache, y Vicky, por la ce. Y ahí comenzó una carrera de acierto por parte de ambos. Roberto Leal parecía sorprendido con todas las respuestas correctas que estaba dando el aspirante a la silla azul. Y, tras siete respuestas correctas, Vicky tropezó por primera vez, quedando callada. Y a continuación, falló una segunda, esta vez, dando una respuesta incorrecta. Quedó eliminada, en la que iba a ser su tarde número 53.
Como consuelo, Vicky no se iba con las manos vacías. En todas esas tardes, en las que se ha enfrentado a Manuel Pascual, había acumulado 32.400 euros. Como dijeron al despedirla, esta licenciada en Informática y trabajadora de la Universidad de Burgos es ya historia del programa, pues ha demostrado una gran cantidad de conocimientos, y una sana deportividad al competir tarde a tarde con su compañero y rival.
Ahora, el programa se enfrenta a un nuevo desafío. Y es encontrar un gran rival para Manu, que, como sucedía con Vicky, ayude al espectador a emocionarse. Que conecte con la gente que está en casa como para sentirlo alguien más de la familia, que permita al público alegrarse de sus aciertos y lamentar sus fallos en el rosco. Incluso que le haga posicionarse, si prefiere que se lleve en rosco X o que lo gane, algún día, Y.
A lo largo de la historia de Pasapalabra muchas han sido las parejas que han tenido a la audiencia enamorada. Rafa Castaño y Orestes Barbero, Luis de Lama y Javier Dávila, Marco Antonio Marco y Sofía Álvarez de Eulate, Óscar Díaz y Moisés Laguardia, y así, un largo etcétera. Y a esa lista hay que añadir ya, por derecho propio, a Vicky del Cerro y Manu Pascual.
La química entre los dos ha sido evidente. De hecho, al despedirse, los dos solo pudieron tener grandes y bellas palabras hacia el que ha sido su contrincante durante muchísimas tardes. “Manu ha sido un compañero estupendo, el mejor que se ha podido tener”, aseguraba la burgalesa antes de marcharse. Manuel Pascual, por su parte, también tuvo unas bellas palabras hacia ella: “Es la relación con Vicky dentro del programa, fuera del programa, es una persona excelente y es historia de Pasapalabra”.
Ojo con Javi, el nuevo concursante
Javi llegó con timidez a la prueba de la silla azul. Consciente de que Vicky podía eliminarle, como lo había hecho en otras ocasiones con aspirantes pasados, aprovechó para dedicarle su participación a sus padres. Por si acaso no tenía otro momento para mandarles un beso mientras les están viendo en casa.
Sin embargo, a medida que Roberto Leal comenzó a leerle definiciones, Javi se fue creciendo, y haciéndose más fuerte. Hasta que Vicky erró, y él se convirtió en el nuevo concursante del programa. Él parecía hasta sentirse culpable de su eliminación, si bien el humorista David Amor, que le ayudó junto a Rosa López en las pruebas, le dio ánimos y le felicitó por su hazaña.
Entonces el murciano demostró que si había echado a del Cerro no era por pura suerte. Que estaba preparado para ganar. Tanto, que fue el mejor de la prueba del rosco, y hoy el programa lo empezará Manu desde la silla azul. Quién sabe si Javi y Manu van a ser los nuevos Vicky y Manu. O los próximos Rafa y Orestes, quienes se llegaron a medir hasta 197 tardes solo en Antena 3, sin contar con la etapa anterior en Telecinco.