Este lunes, 5 de agosto, Chanquete volvía a morir en Televisión Española. Y es que La 2 ha estado emitiendo cada día, a la hora de la sobremesa, una nueva reposición de Verano Azul, la mítica serie que dirigió Antonio Mercero, y que se estrenó en el cada vez más lejano 11 de octubre de 1981, hace ya casi 43 años.

De esta manera, los espectadores que han estado sintonizando la segunda cadena de RTVE han tenido la ocasión trasladarse cada día hasta las playas de Nerja, en Málaga, para recordar las aventuras de aquellos jóvenes (y algunos mayores) que nos enseñaron a limpiar las playas, que cantaban aquello de No nos moverán, y que se cortejaban dejándose botellas con mensajes en la playa.

La pandilla la formaban Desi (Cristina Torres), Bea (Pilar Torres) y su hermano pequeño Tito (Miguel Joven), Pancho (José Luis Fernández), Javi (Juanjo Artero), Quique (Gerardo Garrido) y Piraña (Miguel Ángel Valero). A ellos se suman además la melancólica pintora Julia (María Garralón) y el pescador Chanquete (Antonio Ferrandis), que se convertirían en consejeros y amigos de los jóvenes.

A lo largo de los 19 episodios de la serie, el último de ellos emitido ayer martes, el también guionista Antonio Mercero junto a José Ángel Rodero y Horacio Valcárcel dejaron una colección de situaciones que acabaron convirtiéndose en parte de la cultura popular. Chanquete tocando el acordeón, la bofetada del padre de Javi le da por desnudarse delante de unas jóvenes, el momento de “Beatriz ya es mujer” y tantas otras secuencias.

Verano Azul sigue tan presente en la memoria popular que en Nerja, localidad en la que se grabó, hay lugares de peregrinación que visitar. Como, por ejemplo, la réplica de La Dorada, el barco de Chanquete, o el monumento que hay de la figura de este personaje que interpretó Antonio Ferrandis. Además, hay un parque en el que se detallan todos y cada uno de los capítulos de la serie. Los que vimos por televisión, y, también, uno que no: La excursión.

Así era ‘La Excursión’

Cronológicamente, este episodio habría sido uno de los últimos, el número 16, y habría transcurrido entre ‘El guateque de papá’ y el famoso ‘No nos moverán’. En el museo municipal de Nerja se conserva una copia del guion, y en 2020, Miguel Joven, Tito, digitalizó el texto y lo compartió a través de las redes sociales para hacer las delicias de los más nostálgicos y curiosos.

En el episodio, un niño se perdía en una montaña, y parte de los chavales de la pandilla, así como Julia (María Garralón) van a buscarlo; todo se complica cuando se declara un incendio, que pone a todos en peligro. El personaje de Bea (Pilar Torres) sufre un ataque de pánico al verse rodeada por el fuego, y culpa a Julia de estar allí, perdidos, mientras no deja de decir que todos van a morir.

Jorge Sanz participó en ‘La excursión’

Uno de los actores que participó en este capítulo perdido es Jorge Sanz. El entonces niño prodigio fue elegido, inicialmente, para el personaje de Tito. Sus padres, sin embargo, prefirieron rechazar la oferta. Así, le dijeron: “Te la ha elegido Antonio Mercero para hacer Verano Azul. Pero no lo vas a hacer, porque son dos años, vas a perder el colegio, vas a perder amistades. Y no queremos que pierdas amistades, ni tu forma de ser”, según contó él hace unos años en Sábado Deluxe.

Sobre La excursión, Jorge Sanz alguna vez ha dado información incorrecta, como que era un capítulo número 20, que iba tras la muerte de Chanquete. “Estuvieron dos años rodando y me llamaron para grabar el 20, del se rodó parte. Estuvimos rodando una semana, y estalló una gota fría por el sur, y se paralizó el rodaje. Y se decide que se hacen 19 en vez de 20. Hay medio capítulo hecho, pero que estará guardado en alguna lata, algún sótano en un almacén de Televisión Española”, aseguró entonces.

Sin embargo, otras fuentes apuntan que la razón por la que ese episodio no se grabó fue que, dada la carencia de efectos especiales, había que pedir permiso para realizar un incendio controlado, el cual fue denegado. En ese episodio, Tito precisamente tendría un peso especial, ya que durante la huida del fuego termina por esconderse cerca de un arroyo.