Hermanos, en lo bueno y en lo malo”. Esta frase que cantaba Pimpinela ha sido la premisa del programa de este jueves de El diario de Jorge, el talk show que Jorge Javier Vázquez inició en Telecinco a finales del pasado mes de julio.

Uno de los dos últimos invitados ha sido Manu, un cordobés de 38 años que tiene un centro deportivo. Se trata de un hombre que quería pedir perdón públicamente a su gemelo, por si alguna vez se había sobrepasado al hacer determinados comentarios sobre su físico. Y es que en el pasado fueron parecidos como dos gotas de agua, pero en la actualidad, su hermano Jesús tiene unos cuantos kilos más que él.

“Estaría más contento si mi hermano se pasase por el centro de vez en cuando”, aseguraba Manu, que lamentaba que su hermano se “haya descuidado bastante, ha cogido bastante peso” y que “se cuidase un poquito más”. Una cuestión, esta de los kilos, que ya le ha dicho muchas veces, y “a veces, a lo mejor, me paso”.

El tema del peso provocó un pequeño momento de tensión entre Jorge y el invitado. “¿Tú crees que la gente que estamos por encima de nuestro peso no nos damos cuenta?”, llegó a preguntar el presentador, ante la postura de Manu. “No lo creo, tío”, aseguraba Manu. “Ya te digo yo a ti que sí. Y, a veces, esos comentarios los cogemos con una sonrisa, pero nos hacen daño. ¿Te crees que no nos vemos al espejo?”, le reprendió Jorge Javier.

Finalmente, Jesús, que había escuchado todo desde el backstage, entró en el programa. Y él acabó poniendo su punto de vista sobre la mesa. “¿Vas a adelgazar por la gente, o por sentirte mejor contigo mismo? Porque yo soy feliz como soy”, le afirmaba a su hermano. “Los kilos se pueden perder, porque los he perdido antes”, añadía el segundo invitado.

Un invitado estríper

Tras encontrar un punto medio a la postura de los dos invitados, Jorge Javier sorprendió a todos al explicar que Manu, el más fornido de los hermanos, es estríper. “¿Y quién te crees que le enseñó a bailar, Jorge?”, sorprendía Jesús, que es DJ de profesión. Tras esto, el presentador invitó a Jesús a que mostrase su talento al bailar. “¿Y cómo le enseñabas, a ver?”.

El programa entraba así en su recta final, mientras Jesús se ponía en el centro del plató, pero la petaca del micro se le caía, y pedía parar la música. “Venga, que empieza Tardeando”, apremiaba el de Badalona, cambiando el nombre de TardeAR por error. Finalmente, Jesús acabó haciendo unos movimientos de baile, e incluso levantándose la camiseta. Tras esto, Jorge dio paso a Beatriz Archidona, a la que le dijo: “Ay, qué tarde más buena hemos pasado”, y le recordó que el viernes El Diario estará dedicado a buscar parejas.